Una nueva operación migratoria llevada a cabo por autoridades federales de Estados Unidos en el estado de California resultó en la detención de al menos 100 personas, la mayoría de ellas de origen latinoamericano. La redada tuvo lugar en diferentes puntos del sur del estado y forma parte de una serie de acciones intensificadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Según reportes preliminares, los operativos se concentraron en áreas agrícolas y zonas donde residen comunidades migrantes, lo que ha generado preocupación entre activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes han advertido sobre posibles violaciones a los derechos de los detenidos.
La mayoría de los arrestos se produjeron en centros de trabajo y viviendas particulares, y muchos de los detenidos no contaban con antecedentes penales, lo que ha aumentado las críticas contra la administración estadounidense por el enfoque “punitivo” de su política migratoria.
Desde México, el gobierno federal ha expresado su rechazo a este tipo de operativos, y ha solicitado a sus consulados en California que verifiquen el estado legal y las condiciones de detención de los connacionales afectados. Además, se ha instruido a los consulados a brindar asistencia jurídica inmediata a quienes lo requieran.
Esta acción se suma a otras redadas recientes que han tenido lugar en diversos estados del país, en medio de un contexto político tenso por el tratamiento de la migración en la región.
