Cuernavaca.- Esta es otra bella historia de vida. Doña Guadalupe Rojas Rico es fundadora del mercado “Adolfo López Mateos”, y su negocio de plantas medicinales es denominado “Guadalupe”. Ante esto, considera que “el Mercado es una bendición para nosotros”.

En plática con Diario de Morelos, Guadalupe mencionó que aún tiene viva en su mente la visión de cómo era antes el Mercado ALM; esto cuando lo entregó el expresidente Adolfo López Mateos, en el año de 1964.

 “Mira, yo recuerdo que el Mercado contaba con bonitos locales y además lo tenía todo; un Kínder para hijos de comerciantes, gimnasio, áreas verdes y de comida.

“Había sanitarios pulcros que hasta calderas para agua caliente tenía. Zonas arboladas, parque, estacionamiento, andenes bien ordenados y el acceso por el puente del Dragón sin ningún comerciante y solo se utilizaba como entrada a la nave principal, pero hoy todo eso se ha perdido”, recordó.

Desafortunadamente, lamenta el deterioro del inmueble con el paso de los años, y con el poco interés de la gente por conservarlo en buenas condiciones.

“Las personas no cuidan nada, cuando se les da regalado y cuando les cuesta lo procuran como a su vida, tal vez eso nos pasó aquí, pero en fin, así son las cosas y pues bueno tenemos que seguir adelante”, comentó.

Aunque el ambiente ya no sea el mismo, Doña Lupita tiene gran parte de sus recuerdos entre las paredes del mayor centro de abastecimiento del Estado de Morelos. Su trabajo la ayudó a sacar adelante a sus hijos y a darles educación.

“Yo he vivido muchas cosas bonitas, y si tengo todo lo que tengo es gracias a este Mercado.

“Hoy día soy madre de siete hijos, unos son comerciantes y otros profesionistas y los sacamos adelante gracias al comercio mi esposo, que ya falleció y se llamaba, Ángel Rosas Martínez”, nos compartió en entrevista.

 

GRACIAS A SU TRABAJO

Como lo mencionamos, Guadalupe Rojas atiende un negocio de plantas medicinales, las cuales le ayudaron a librar una grave enfermedad.

“Mira lo más bonito que me ha pasado en el Mercado es que, gracias a mis plantas medicinales, ayudé a una niña a eliminar casi por completo un tumor (bola) que tenía entre el vientre y la pierna, apenas si podía caminar y pues se alivió, con los tés, que le receté; tiempo después esa niña regresó a darme las gracias”, rememoró.

Finalmente, la comerciante reconoció lo importante que es conservar a los clientes, por lo que aprovechó para mandar una invitación y petición al resto de los vendedores para brindar un mejor servicio.

 “A mis compañeros les deseo lo mejor en este próximo 57 aniversario y que tratemos a los clientes como a nosotros mismos nos gustara que nos trataran y que los procuremos, seamos atentos y honrados con ellos”, concluyó.

Por: Luis Flores local@diariodemorelos.com

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