Te presentamos dos propuestas de escritores mexicanos, donde contrasta la poesía del amor y la muerte de un pueblo.
Este año se cumplen 20 años del aniversario luctuoso del poeta mexicano Jaime Sabines nacido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas en 1926, y fallecido en la Ciudad de México en 1999. Es uno de los poetas más importantes del siglo XX, imprescindible para miles de lectores en todos los países de lengua hispana conocido como «El francotirador de la literatura» por pertenecer a un grupo que transformaba la literatura en realidad. Fue distinguido con diversos reconocimientos. Con motivo de los 20 años de su fallecimiento fue relanzada una recopilación de su poesía amorosa.
Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”, es la célebre línea con que inicia la novela Pedro Páramo del escritor Juan Rulfo, la cual posee la fuerza enigmática que solo tienen las mejores novelas. Muchos escritores mexicanos del siglo pasado la nombraron como ‘la novela mexicana por excelencia’. Juan Preciado, nuestro narrador, se dirige a nosotros los lectores desde las profundidades de Comala, un pueblo que va muriendo por sí mismo. Rulfo - dice haber elegido el nombre por la referencia al «comal» en el que se calientan las tortillas y, por tanto, a su cercanía al fuego- describe el pueblo como una especie de trampa en la que algunas almas continúan penando, incapaces de encontrar consuelo o, de menos, la certidumbre del castigo eterno.
La novela es una historia narrada por muertos, una historia sin tiempo y todas las palabras que estamos a punto de escuchar, más que de leer, provienen, de los labios de un muerto. A Juan Preciado le parece que las voces de los difuntos que va encontrando a su paso son como rumores y murmullos, la novela Pedro Páramo cuyo título inicial iba a ser ‘Los Murmullos’.