El obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Monseñor Ramón Castro Castro, anunció que se realizará una marcha por la paz en el municipio de Cuautla, luego de que comunidades católicas de la región oriente de Morelos solicitaran acciones más visibles ante la creciente violencia.
El prelado explicó que esta convocatoria surgió a petición del “pueblo de Dios”, que ha expresado su preocupación por la situación de inseguridad en sus comunidades.
“Ha sido el clamor del pueblo el que nos ha pedido: ¿por qué siempre en Cuernavaca?, ¿por qué no hacer algo donde estamos sufriendo tanto? Por eso, junto con los párrocos y decanos de la región oriente, nos estamos organizando para hacer la marcha en Cuautla”, explicó.
La movilización está prevista entre septiembre y octubre, y será la primera de varias acciones que podrían extenderse a otras regiones como Totolapan —afectado por hechos recientes de violencia— y Jojutla, al sur del estado, que también es considerado un punto estratégico para este tipo de manifestaciones pacíficas.
Monseñor Castro Castro también señaló que la Iglesia continúa dando seguimiento a los compromisos firmados por actores políticos durante la campaña electoral en torno a la construcción de paz en Morelos.
“Estamos urgiendo a que se cumplan los acuerdos. Cada comité estatal atiende su estado y municipios, en especial aquellos donde los ahora funcionarios firmaron compromisos por la paz. Falta tiempo para consolidar, pero confiamos en que los frutos se verán”, afirmó.
El obispo informó que los programas de desarme voluntario realizados en atrios de iglesias han tenido resultados. Destacó que la participación ciudadana en estos espacios religiosos refleja la confianza en la Iglesia como un lugar seguro para contribuir al proceso de pacificación.
“Han recibido una buena cantidad de armas. Es una señal de que las personas confían en entregar esos objetos en los atrios. Nosotros estamos totalmente dispuestos a seguir colaborando en lo que sea necesario”, sostuvo.
Sobre el delito de extorsión, Monseñor Castro reconoció que sí han sido receptores de denuncias verbales o indirectas por parte de feligreses, quienes comparten su preocupación por este delito que afecta tanto a familias como a pequeños negocios.
“Nos preocupa mucho la extorsión, nos llegan comentarios, lo vemos en las parroquias. Es una situación delicada que requiere mayor atención y respuesta institucional”, señaló.
Finalmente, reiteró el compromiso de la Iglesia Católica en Morelos para seguir siendo parte activa de las iniciativas que promuevan la paz, la reconciliación y el diálogo en las comunidades.
“Todo lo que podamos hacer para poner un granito de arena, con muchísimo gusto lo hacemos”, concluyó.
Marcela García / marcela.garcia@diariodemorelos.com
