La iniciativa presentada por el Senador Ricardo Monreal Ávila, Coordinador de Morena en el Senado de la República, indudablemente prende las alertas a un asunto por demás sensible en el debido cuidado a la división de poderes y en los contrapesos que deben imperar entre los tres poderes de la unión.
El tema debe ser tomado seriamente, ya que cuando un coordinador, de una mayoría parlamentaria senatorial, presenta una iniciativa, es un mensaje político contundente que presume la prosperidad de dicha iniciativa, es decir, que sería una iniciativa de inminente aprobación. Lo que preocupa y prende focos rojos a la autonomía del Poder Judicial.
La iniciativa pretende aumentar de 11 a 16 ministros, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya no solo haciendo notar la grave incongruencia de no seguir creando cargos públicos y generando impactos presupuestarios -que de por sí no está cuadrando- siendo preocupante que este tema se interpreta como una búsqueda por cooptar el control de una mayoría de ministros, que le sean afines al Senador Monreal y seguramente a sus intereses políticos.
¿Qué tanto le ayuda esta iniciativa al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador? Absolutamente en nada; y es que contraria a la racionalidad, la iniciativa de querer tomar el control de uno de los poderes de la unión, es un mensaje grave para la seguridad jurídica y la certidumbre que cualquier país debe garantizar.
Si ya la iniciativa de disminuir por ley las comisiones bancarias había sido considerada como una pifia senatorial del Grupo Parlamentario de Morena, que el propio Presidente AMLO tuvo que enmendar, seguramente esta iniciativa presentada, ni más ni menos, que por el Coordinador de los Senadores morenistas, se enlista en una más de las erróneas propuestas que dañan el rumbo democrático y lastiman la percepción que como país debemos cuidar.
Con temor fundado, el sector privado no avala en lo más mínimo esta iniciativa y no es para menos, sumar 5 ministros más a la SCJN, nominados por este gobierno, estaría dando la mayoría de ministros al gobierno de AMLO y con ello, el control absoluto de los 3 poderes federales. El poder absoluto, corrompe absolutamente todo.
Paralelamente a este aumento de ministros (que en nada abona a la austeridad) y que serían impuestos por la mayoría de Monreal, también se quiere sustituir al Consejo de la Judicatura Federal, otro pésimo mensaje de la pretensión o más bien, de la ambición de algunos pocos, que están dañando la división de poderes. ¿Le está ayudando Monreal al Presidente AMLO? o simplemente la agenda de Monreal ya es diferente a la que se está armonizando entre el Gobierno Federal y el Congreso.
Es indefendible la argumentación; querer sumar estos 5 ministros, dinamita el equilibrio y la división de poderes. A 8 sesiones que termine el actual periodo legislativo, es preocupante y sin duda, abre un nuevo frente al Titular del Poder Ejecutivo Federal con el Poder Judicial, estas ocurrencias que más allá de solucionar la anhelada coordinación entre poderes, coloca a México con un tache más, en indicadores que vislumbran riesgos, cuando deberíamos estar generando certeza.
La reforma judicial no es imponer ministros incondicionales; será bienvenida una reforma al Poder Judicial, que lo reivindique, profesionalice y agilice en los procesos, mas nunca, para buscar someterlo.
Esperemos que la oposición senatorial mantenga altura de miras y no se sume al “monrealazo” a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

guillermo amerena betancourt
amerenaguillermo@gmail.com

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