El Presidente Andrés Manuel López Obrador, y su hoy muy fortalecido Secretario de Gobernación, han hecho uno de los movimientos de ajedrez, que nos reafirman que lo suyo es ‘tejer fino’, creando los mejores escenarios para el 2024. 

Tal es el caso del enroque que se orquestó entre Cesar Yáñez y el morelense  Rabindranath Salazar Solorio. AMLO, fiel a su estilo de cercanía, se lo está llevando a Palacio Nacional para que sea un engrane de la política interna, derivado de su gran trabajo como Subsecretario en la SEGOB. 

Se sabe bien, que en Morelos hay piedra en el zapato que molesta a Morena, tema que fue agenda en Coahuila en donde se intercambiaron posturas sobre lo que significa la lealtad y el piso parejo, teniendo como fondo el debate sobre el método de elección de candidatos, en donde en Morelos dijeron que ya tenían  gallo para el 2024. 

Si algo ha aprendido Rabin en Morena, como bien dice el Secretario Adán Augusto, es que, él “no suda calenturas ajenas” y que el movimiento le permitirá operar políticamente Morelos, rumbo al 2024.

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