El venerable artesano maya ralla el henequén, como se hacía durante siglos, en el sureste de México. A sus 100 años, don Crescencio Pat Cauith transforma la hoja de agave, hasta convertirla en hilo y en mecate.

Nos sirve mucho para hacer hamacas, hilos, para mis zapatos, también para ropa, bolsas, antes se llevaba mucho henequén para Yucatán“, explicó el artesano Crescencio Pat Cauith.

Dice que comer de su milpa, frijol, maíz y calabaza, es lo que le ha permitido vivir un siglo.

Sus huaraches están hechos del mismo material.

Así se obtenía la materia primera para las cuerdas y sogas de los barcos, se tejían alfombras y costales, durante la época de oro del henequén.

La Asociación de Amigos de Sian Kaan A.C. creó el programa “Mayakan”, para llevar turismo respetuoso del medio ambiente al centro y sur de Quintana Roo, lejos de los centros de turismo masivo.

Podemos hacer actividades de bajo impacto, como lo es observación de aves; es la zona centro de Quintana Roo, en donde hay una gran abundancia de flora, de fauna”, señaló Marai Tello, coordinador de turismo sustentable Amigos de Sian Kaan A.C.

En el municipio de Felipe Carrillo Puerto se promueve el ecoturismo comunitario para que el visitante se adentre en la cultura maya.

Hay ceremonias mayas, visitas a milpas, medicina tradicional y gastronomía.

Estamos recibiendo más gente de Francia y Alemania, son los principales visitantes que tenemos, que les encanta eso de la cultura maya”, manifestó Marcos Canté, de la comunidad Señor, en Quintana Roo.

Dice que las ganancias no se quedan en los grandes operadores de turismo, sino en las comunidades.

Uno de los atractivos son las casas mayas tradicionales, de palma y guano, que resisten los huracanes.

Están muy frescas las casas, por la temperatura, que tenemos, de 32 grados, 34, 38 grados”, agregó Marcos Canté, de la comunidad Señor, en Quintana Roo.

Las nuevas generaciones mayas adoptaron la tecnología y se comunican a través de whatsapp en su propia lengua.

En el 2010, el ejido Felipe Carrillo Puerto cedió en forma voluntaria 2 mil 230 hectáreas de terrenos a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, para conservar este paraíso: la laguna y el cenote de Síijil No Ha.

Al respecto, Adriana Guadalupe Onofre, tesorera del Ejido Felipe Carrillo Puerto, señaló:

Reserva voluntaria es cuidar el medio ambiente, cuidando que no se cacen los animales, que no se talen los árboles”.

En el ecoturismo, los paseos se hacen a pie, en senderos sin pavimentar. Los sanitarios no descargan aguas negras, ni se produce basura. Se prohíbe desechar pilas y otros contaminantes.

Yo creo que si no seguimos esta línea de ser amigables con el medio ambiente, amigables con la biodiversidad, con la cultura, con nuestras tradiciones y costumbres”, aseguró Zendy Euan, guía de turismo comunitario.

 

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp