Cada 1º de mayo se conmemora el Día Internacional para la Prevención de la Enfermedad de Lyme, una infección bacteriana que puede afectar seriamente la salud si no se detecta y trata a tiempo.
La enfermedad de Lyme, causada por la bacteria Borrelia burgdorferi, se transmite a los seres humanos a través de la picadura de garrapatas infectadas, especialmente de las conocidas como “garrapatas de venado”. Esta infección representa un riesgo creciente en diversas partes del mundo, incluyendo América del Norte, Europa y Asia, donde se estima que ha afectado a alrededor del 14% de la población. En México, aunque su prevalencia es menor, se calcula que el 1.1% de la población ha sido afectada, cifra que puede elevarse hasta el 6.2% en zonas hiperendémicas.
Los síntomas iniciales pueden aparecer entre 3 y 30 días después de la picadura y suelen incluir un sarpullido rojo característico —llamado eritema migratorio—, fiebre, fatiga, dolores musculares y de cabeza, así como inflamación de ganglios linfáticos.
Si no se trata oportunamente, la infección puede avanzar y provocar problemas neurológicos, cardíacos y articulares graves.
La enfermedad de Lyme se desarrolla en tres etapas: temprana, diseminación temprana y tardía. En cada fase, la bacteria se extiende progresivamente por el cuerpo, complicando su tratamiento y aumentando los riesgos para la salud del paciente.
La buena noticia es que la enfermedad de Lyme es prevenible. Expertos en salud recomiendan tomar medidas específicas al exponerse a áreas donde habitan garrapatas, como bosques, pastizales y zonas rurales.
Entre las principales recomendaciones destacan:
- Evitar zonas de alta vegetación y caminar por el centro de los senderos al hacer excursiones.
- Utilizar repelentes de insectos
- Vestir ropa protectora de colores claros, de manga larga y pantalones metidos en los calcetines.
- Revisar el cuerpo, ropa, mascotas y equipo al regresar del exterior.
- Ducharse y lavar la ropa con agua caliente después de actividades al aire libre.
La detección temprana y el tratamiento con los antibióticos adecuados son clave para evitar complicaciones. En este Día Internacional para la Prevención de la Enfermedad de Lyme, se hace un llamado a la conciencia pública sobre esta infección silenciosa, pero potencialmente grave, recordando que la mejor forma de combatirla sigue siendo la visibilización y prevención.
