Nuestro teléfono inteligente se ha convertido en nuestra mano derecha, un asistente personal. Nos acompaña desde el primer momento del día, ya que una de sus múltiples funciones es su uso como reloj despertador.

Ya sea con música clásica, de naturaleza o el éxito del momento, nos avisa que tenemos que iniciar la jornada. Pero hay dos formas de poner la alarma; a la hora exacta o en intervalos de 10 minutos durante la media hora previa.
Sin embargo, al contrario de lo que podemos pensar, esta dinámica no ayuda a que el tránsito del sueño a la actividad sea más natural. En realidad, al intentar ganar unos minutos extra bajo el edredón nos estamos perjudicando en vez de descansar más tiempo.
Según constatan los expertos y estudios sobre el sueño, al pulsar el botón de posponer lo que estamos haciendo es resetear en el cerebro el ciclo del sueño una y otra vez, llevándolo a la confusión y alterando lo que se conoce como la inercia del sueño.  
Las consecuencias de este mal hábito, según los doctores son varias: somnolencia persistente durante todo el día, falta de eficacia en las tareas que se han de emprender o dificultad para concentrarse correctamente.
Lo que sí recomiendan los expertos para levantarnos con energía es intentar crear una rutina del sueño. Ésta puede pasar por irse a la cama antes o por fijar una sola alarma a la hora que realmente debemos levantarnos.
Si nada de esto funciona siempre se puede optar por otros trucos como dejar las persianas de la estancia entreabiertas -la luz de la mañana sí ayuda a que nuestro cuerpo se vaya desperezando- o hacerse con un despertador que vaya iluminando gradualmente la habitación.

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp