La aparición de canas prematuras ha intrigado a científicos y expertos en salud capilar durante años. Aunque tradicionalmente se ha asociado con el envejecimiento, la ciencia ha demostrado que hay otros factores clave que influyen en este proceso, incluso en personas jóvenes.
Entre ellos, la genética desempeña un papel determinante, seguido por condiciones médicas y el estilo de vida.
La aparición de canas en personas jóvenes ha sido objeto de estudio en la comunidad científica, revelando que, más allá del envejecimiento natural, diversos factores pueden influir en este fenómeno.
Genética: el factor predominante
La predisposición genética es una de las principales causas de la aparición temprana de canas. Si tus padres o abuelos encanecieron a una edad temprana, es probable que tú también lo hagas. Robert H. Shmerling, experto de la Universidad de Harvard, señala que la genética determina en gran medida el momento en que el cabello comienza a perder su pigmentación.
Deficiencias nutricionales y condiciones médicas
La falta de ciertas vitaminas y minerales puede afectar la producción de melanina, el pigmento responsable del color del cabello. Niveles bajos de vitamina B12, D3, hierro y zinc han sido asociados con la aparición prematura de canas . Además, enfermedades como el vitíligo, trastornos tiroideos y el síndrome de Werner pueden desencadenar este proceso.
El papel del estrés
El estrés crónico también ha sido vinculado con el encanecimiento prematuro. Un estudio de los Institutos Nacionales de Salud de EU descubrió que el estrés puede provocar la liberación de norepinefrina en los folículos pilosos, afectando a las células madre responsables de la pigmentación y conduciendo a la aparición de canas .
Otros factores contribuyentes
El tabaquismo es otro factor que puede influir en la aparición temprana de canas. Además, el uso excesivo de productos químicos agresivos, como tintes y tratamientos capilares, puede dañar la estructura del cabello y afectar su pigmentación.
¿Es posible prevenir las canas prematuras?
Si bien no siempre es posible prevenir la aparición de canas prematuras, adoptar ciertos hábitos puede ayudar a retrasarlas:
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Alimentación balanceada: Consumir una dieta rica en antioxidantes y vitaminas, especialmente B12 y D3, puede contribuir a la salud capilar. Alimentos como carnes magras, hojas verdes, nueces y cereales integrales son recomendados.
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Manejo del estrés: Practicar técnicas de relajación y mantener una rutina de ejercicio regular puede ayudar a reducir los niveles de estrés y, potencialmente, su impacto en la pigmentación del cabello.
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Evitar el tabaquismo: Dejar de fumar no solo beneficia la salud general, sino que también puede reducir el riesgo de encanecimiento prematuro.
Es importante destacar que, aunque estos hábitos pueden influir positivamente, la genética sigue siendo un factor determinante en la aparición de canas. Aceptar este proceso como una parte natural de la vida puede ser la clave para mantener una actitud positiva hacia el envejecimiento del cabello.

