Cuernavaca.- Leandro Vique Salazar, director del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), anunció que las autoridades educativas están evaluando ajustes en los horarios escolares, especialmente en la zona sur del estado, como medida preventiva para proteger a los estudiantes ante las crecientes temperaturas. Sin embargo, descartó de manera tajante adelantar el cierre del ciclo escolar 2024-2025, argumentando que las condiciones actuales no son tan extremas como en otras regiones del país.
El titular del IEBEM explicó que, aunque las temperaturas en Morelos no han alcanzado niveles críticos como los registrados en el norte de México, se está considerando modificar los horarios en las escuelas del sur del estado, donde el calor podría intensificarse. "Está totalmente descartado [adelantar el ciclo escolar] porque no tenemos en el histórico reciente que hayamos llegado a temperaturas tan altas que lo ameriten", afirmó Vique. Añadió que estas modificaciones se realizarían en coordinación con las secretarías de Salud y de Gobierno, ajustándose a la evolución del clima en las próximas semanas.
Vique destacó que la infraestructura escolar en Morelos está preparada para enfrentar el calor, ya que la mayoría de los salones cuentan con buena ventilación y una orientación adecuada. "Las escuelas que yo conozco son bien ventiladas, bien orientadas. El INIEM siempre ha hecho su tarea con respecto a la construcción de las escuelas y no creo tener problemas", comentó, mostrando confianza en las condiciones actuales de los planteles. No obstante, evitó generalizar de manera absoluta, reconociendo que cualquier eventualidad sería atendida por las autoridades correspondientes.
Como medida adicional, el director del IEBEM hizo un llamado a los estudiantes para que lleven su propia botella de agua y se mantengan hidratados durante la jornada escolar, subrayando la importancia de esta práctica en el contexto de las altas temperaturas.
La discusión sobre los horarios escolares surge en medio de una ola de calor que afecta a diversas regiones del país, aunque Morelos no ha alcanzado los niveles más críticos. Las autoridades educativas mantienen un monitoreo constante para garantizar el bienestar de los estudiantes, priorizando ajustes puntuales antes que medidas drásticas como el cierre anticipado del ciclo escolar.
