DICEN, LOS que dicen que saben, que cuando algún concesionario de cualquier gobierno no presta un servicio en las condiciones convenidas de calidad, ha de hacerse acreedor a diversas sanciones.
Así se ve el caso del servicio de verificación de la emisión de partículas contaminantes en vehículos automotores, que del total de los centros para la prestación del servicio, se sabe que funcionan cinco.
Mucho se ha dicho sobre las razones por las que el sistema estatal de verificentros está funcionando sólo al 30 por ciento, y mucho más se ha visto de quejas de quienes encuentran dificultades para el proceso.
EN EL fondo, lo que pasa sobre la subprestación del servicio tiene una explicación que va más allá del ámbito local, es decir en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) del 4 de marzo reciente.
Ya desde 2018 la dependencia federal estaba sobre el tema y sin mucho buscar halló anomalías graves en dos, primero los clausuró en forma temporal y luego les aplicó multas superiores al millón de pesos.
Ya para estos tiempos, la Profepa no quita el dedo del renglón y también le entra la Procuraduría de Protección al Ambiente de Morelos (Propaem), que hace no mucho cerró varios más, y quedan cinco.
EN EL supuesto de que el incumplimiento a la Norma Oficial Mexicana 167 y a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente sea atribuible a los verificentros, esto podría ir más lejos.
Está bien que en fase de control y recuento de los daños se hable incluso de ampliar los plazos para llevar a cabo la verificación de los vehículos, pero como sea ya hay daños y las sanciones son parciales.
Alias, hoy no se conoce más que el llamado a la paciencia de quienes buscan cumplir con la obligación que marca la autoridad y por el lado de los centros de verificación no hay fecha determinada para cumplir.
ASÍ LAS cosas, no se ve para cuándo cesen los brincos, sombrerazos y hasta dos-tres recordatorios maternos por la frustración de no poder cumplir con facilidad o por no poder cumplir con la bendita verificación.
Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com
Twitter: @ezapata1