TRAS LA titulación más propagandística que sanitaria sobre la nueva etapa de la pandemia de COVID-19, se han venido trazando cada vez más claramente dos rutas: la marcada por la oficialidad y la del pueblo.

Verán: mientras los tres niveles de gobierno presentan el esquema de la llegada-regreso a la “Nueva-Normalidad”, desde antier lunes se ha visto un sustancial incremento en movilidad social por aquí y por allá.

Alias, la ruta oficial indica que de aquí para adelante irá de Máximo Riesgo, al Alto Riesgo, al Riesgo Medio al Riesgo Bajo, pero a nivel de tierra la primera y segunda fases parecen superadas… y contando.

EL CAMINO se torna difícil de seguir por las características del esquema de “Semáforo”, pues cabe la probabilidad del refrán aquel: “Nada es verdad, nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira”.

Federación, estado y municipios tlahuicas coinciden en que estamos en “rojo”, excepto para las viejas y nuevas “actividades esenciales”, pero ya en la calle parece haber luz verde entre muchos “deambulantes”.

Es decir, muchos no están tomando la ruta de la reapertura económica y social, ordenada, gradual y cauta, sino la senda de asaltar la calle, ahora más que antes sin aparente necesidad ineludible o imperiosa.

VAYA USTED a explicarle a los renegados que antes de poner un pie en la calle atiendan las mediciones de Nivel de riesgo de salud, Aportación de la actividad al PIB estatal, número de empleados en empresas…

También lo relativo a Actividades con altos estándares de seguridad y uso constante de protocolos, Actividades que por su naturaleza no representen aglomeraciones; además grados de ocupación hospitalaria…

Está claro que en las zonas suburbanas y el campo hay otra forma de interpretar la pandemia que en las zonas metropolitanas, donde la reactivación económica y social tampoco cejó del todo… ¿entonces?

LOS PRIMEROS resultados de la mal entendida llegada-regreso a la “nueva-normalidad” en Morelos se empezarán a ver entre los miércoles 10 y 17 próximos. Ojalá no sea la indeseada e inesperada “terapia de choque”.

 

opinion@diariodemorelos.com

Twitter: @ezapata1

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