Los cuernavacenses creímos que tendríamos un gobierno local serio, trabajador, cumplidor... Eso se quería.
Quienes se aliaron para tener un candidato querían tener un títere para hacer y deshacer, teniendo en cuenta quienes hicieron otra vez “negocio”.
Quien resultó electo, quería un respaldo para llegar, pues en elecciones anteriores casi lo lograba, y prometió mucho.
Pero todos resultó un fiasco, bueno, no para todos; para los que manejan el gobierno local y desvían dinero y están en la corrupción parece que por el momento les va bien.
La ambición de los hermanos panistas trajo de regreso el palenque, impulsó la feria de Cuernavaca, pero ahora se les fue de las manos por la venta de la concesión.
Hasta ahora salen los trapos de las deudas del alcalde Urióstegui y organizadores de la edición anterior; sin corte de caja, sin rendición de cuentas claras al Cabildo.
Ahora, a decir de un regidor, no se sabe bien a bien a quién va a beneficiar esta feria, una feria que por lo que se ve será improvisada. Lejos, muy lejos de las antiguas ediciones de la Feria de la Flor.
El Tribunal Estatal Electoral fincó responsabilidad de violencia política en razón de género contra cuatro integrantes de la LV Legislatura.
En ese sentido, solicitó al Instituto Nacional Electoral (INE) inscribirlos en el Padrón de Personas Sancionadas por ese motivo.
Los acusados: presidente de la Mesa Directiva, Francisco Sánchez, y sus homólogos de Morena, Alejandro Martínez Bermúdez, Macrina Vallejo y Paola Cruz, podría no ser candidatos en la próxima elección.