La Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) se encuentra en medio de una coyuntura importante, en vías de que se elija a un nuevo rector o rectora, lo de definirá los rumbos -para bien o para mal- de la Máxima Casa de Estudios de la entidad.
Es vital que esta elección resulte en la mejor opción, tanto para la institución como para todos los que la integran, sin embargo, hay un poder oscuro que sin duda querrá intervenir para acomodar las cosas a su conveniencia.
Hablamos de Mario Cortés Montes, secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (Sitauem).
Este “dictador” sindical se ha mantenido por varios periodos en esta privilegiada posición, desde la cual ha tejido una red con la que presume tener el control de varias facultades.
Dicen los que andan por los pasillos que, por más de 20 años, Mario Cortés ha ido amasando poder entre los agremiados del Sitauaem y ahora se jacta de ser la persona de la que depende la elección del siguiente rector o rectora.
Y no sólo eso. Desde su pequeño “trono”, Mario Cortés tendría el control de los ascensos, nombramientos de docentes y hasta las acreditaciones de investigadores.
En todo caso, estas atribuciones deberían ser de los directores de facultad o académicos, no de un líder sindical cuyo único mérito sería tener más o menos “compinches” entre las filas de la UAEM.
De ser cierta la turbia influencia que dicen que tiene Mario Cortés, es un asunto grave que sin duda tiene que atender la próxima persona que ocupe la rectoría. Nadie puede ostentar un poder así al interior de la UAEM.