CORTE DE CABEZAS.
En Caminos y Puentes Federales (Capufe) sacaron la guadaña y ante la sospecha de presuntos malos manejos en cargos de alto nivel, tres gerentes habrían sido cesados de sus cargos.
Trascendió recientemente que uno de los que pasaron por la guillotina es José María Castañón Coro, quien ostentaba el cargo de gerente de Seguridad e Infraestructura de las carreteras que opera Capufe.
El cambio sobrevino con la llegada de Rubén Arturo Hernández Bermúdez a la dirección general de la paraestatal, quien dicen que descubrió supuestos nexos de Castañón Coro con la empresa que brinda seguridad en todas las plazas de cobro. En la mesa habría estado un contrato por varios años con dicha empresa, que a la postre ya no fue autorizado.
El tema no para ahí porque el ahora ex funcionario se decía protegido por ser sobrino de una ex primera dama de México. Seguramente no le pasaron el memorándum en el que se decía claramente que el influyentismo no está alineado con la política actual, tanto a nivel federal como en la mayoría de los estados.
Bajo ese cobijo de nepotismo, José María Castañón supuestamente se llenó los bolsillos cuando logró sentarse en una silla gerencial en Capufe. Habrá que esperar para saber si efectivamente hay pruebas y denuncias de ello.
Toda esta maraña de presuntos malos manejos tendría a dos gerentes más implicados en el despido. Y si los rumores alrededor del caso son todos ciertos, bien por la paraestatal que está actuando para sanear la plantilla de elementos con los que cuenta. Así debería de ser en todos lados.