AHORA SÍ
que ¡mejor ni le muevan!, porque en eso de revivir el Aeropuerto Internacional “Gral. Mariano Matamoros” durante el próximo sexenio, puede salir más caro el caldo que las albóndigas.
Tan sólo para obtener la póliza de seguro, que es obligatoria, hay que desembolsarcinco millones por año de esos pesos que últimamente no son muy abundantes. Y súmenle los gastos para su operación...
Si vieran las que está pasando el “flamante” Aeropuerto Internacional “Gral. Felipe Ángeles”, de Zumpango, con todo y el fuerte subsidio de Sedena, quizá reconsiderarán invertirle a la aeropista de Morelos.
AHORA BIEN,
más bien mal, si la idea es seguir con la presunción de que Morelos tiene aeropuerto internacional, aunque sea casi sin despegues o aterrizajes, es cosa de meter dinero bueno al malo.
La terminal aérea morelense con pista de 2.7 kilómetros no depende sólo de algún impulso de autoridad gubernamental, sino más bien de una natural dinámica comercial.
Sin demanda de servicio, la oferta se achica y este aeropuerto puede seguir su penoso andar de elefante blanco o su extinción, lo que le falta tras 36 años de incierto deambular en tierra, no al aire.
Si en algún tiempo se soñó con que la saturación del Aeropuerto “Lic. Benito Juárez” de la CdMx, con casi una operación cada minuto, daría participación en el mercado al de Morelos, con el AIFA se desplomó.
El caso del aeropuerto morelense no es único, el denominado “Lic. Adolfo López Materos” de Toluca anda volando bajo, opera al 29% de su capacidad.