CON 450 homicidios más que en febrero, al cierre de marzo se viene a confirmar que la estrategia nacional contra la inseguridad no da buen resultado, pues si bien en algún delito hay baja, en lo sensible no baja.
Hace unos días la colega periodista en funciones de titular de toda la seguridad pública nacional refería que hay descenso en el secuestro, con 53 en marzo, contra 59 en febrero, lo cual es una lectura correcta.
Lo que no acaba de satisfacer es que en enero habían sido 47, es decir que si se compara este mes con marzo tenemos que hubo aumento, lo cual también es inobjetable, aunque en ambos casos son visiones parciales.
LO ANTERIOR es un asomo al fenómeno que no ha podio erradicarse, antes con balazos ni hoy con abrazos, para mal en estos tiempos con el ataque del nuevo coronavirus que también ocupa a la Guardia Nacional.
También los trabajos en las aduanas portuarias, así como en la construcción del aeropuerto, el personal de la Sedena está bastante ocupado, mientras los criminales se apoderan de más territorios.
Cierto que la inseguridad producto de la actividad de grupos criminales no es nueva, como tampoco que en los últimos años tampoco se ha ganado un ápice de espacio a los maleantes… y eso es preocupante.
EN MORELOS, también con datos al cierre del primer trimestre de este 2021, hubo incremento de homicidios en general y en los de tipo doloso en particular, 84 contra 56 en febrero y 71 en enero. Nada bueno.
Tales cifras no difieren mucho de lo que hemos visto en los últimos años, acaso con algunos meses atípicos a la baja y otros al alza, pero en general consistentes, no sólo en asesinatos, sino en otros rubros.
El mismo marzo cerró también con más casos de lesiones 310, se mantuvo con dos secuestros reportados, 53 casos de abuso sexual, cinco feminicidios, mil 336 reportes de robo y 13 de extorsión. Mal.
CON EL incuestionable argumento de que la emergencia sanitaria merece la máxima atención, la inseguridad es un terreno en el que todo depende de la suerte para no ser parte de la estadística. Ni cómo…
Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1