ESTÁ DIFÍCIL que en medio de la turbulencia que vive el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), alguien se percate de algunos detalles de su incumbencia.
Verán: no es sólo un muro del mobiliario urbano no privado en el municipio de Temixco donde hace días se observa propaganda de un partido político, lo que podría suponer al menos una irregularidad.
Amén de si hay respeto a los tiempos electorales, es cosa de ley que ningún particular, bajo ninguna circunstancia, puede emplear el mobiliario urbano para publicidad o propaganda. ¿Se requiere denuncia?
POR OTRO lado, tal vez no sea ilegal o inmoral, pero sí tiene un rasgo pecaminoso o políticamente incorrecto que el obispo capitalino haya dispersado sus santos oficios a una división del PRI en sus nuevas oficinas.
Ramón Castro fue a bendecir las oficinas de la Unidad Revolucionaria del tricolor que encabeza Rafael Cepeda, conocido por sus amigos como “El 5 mil”. De cierto, este tipo de actos no son muy comunes…
Diríase que el líder religioso en Cuernavaca encendió una velita en el PRI, que ya en proceso electoral de esta forma está echando la carne al asador, mientras en el tradicionalmente amigo PAN… ni un lazo.
EN TANTO, en el seno del partido Morena-Morelos no acaban de acomodarse las cosas, pues no hay nada para nadie en la trifulca que se traen los dirigentes ya en periodo extendido y sus rijosos opositores.
La razón es que la dirigencia nacional mandatada por el inquilino del Palacio Nacional, no tanto por Mario Delgado, es que no quiere ningún escandalito y por ahora se quedan las cosas como están, hasta nuevo aviso.
Alias, los alborotadores que le quieren dar clases al maestro de los alborotos se quedarán sentados en su parito, con pocas esperanzas de que sus arrebatos los lleven a algún derrocamiento de Gerardo Albarrán.
CON UNA alianza electoral pactada por el PAN, PRI y PRD en al menos Guerrero, Sonora y San Luis Potosí, en la versión Morelos es muy viable, el detalle no es que encabece el más fuerte, sino el menos raquítico.
Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1