EN CUERNAVACA, Morelos, brotan voces de desacuerdo sobre el proyecto de instalación de parquímetros en la zona centro; en Chignahuapan, Puebla, hace años es común esa forma de estacionamiento.
De la capital morelense se dirá que tiene una población 16 veces mayor que la del municipio poblano, pero nuestra urbe es tres veces más pequeña que aquel que podría decirse es una “provincia risueña”.
Acá es un suplicio el estacionamiento gratis, mientras allá hay cajones marcados, parquímetros no caros, cómodo pago en varias tiendas de conveniencia y tolerancia de la autoridad. Da envidia aquel “pueblito”.
HACE MÁS de ocho años que la avenida Morelos Sur, de Cuernavaca, no registra trabajos mayores de mantenimiento o mejoría, de tal suerte que cuando le realizan algún balizamiento resulta notorio y útil.
Luego de que rápidamente desaparecieron los “fantasmas” luminosos en la superficie de rodamiento que separaban carriles de ida y vuelta hace unos seis años, la doble fila en cada sentido volvió a ser caótica.
Hace unos días, sin embargo, se supone que la autoridad “balizó” una porción de la Morelos Sur –aunque no con la mejor calidad- y es clara la utilidad para el tránsito vehicular, sobre todo en zonas escolares.
EN DONDE sí hay mucho por trabajar, un tanto a semejanza de lo que se está haciendo en calles de Jiutepec, es en materia de iluminación de las avenidas y espacios públicos de Cuernavaca, Temixco, Zapata, etc.
Históricamente la iniciativa privada foránea ha mostrado los colmillos en busca de hacerse de la millonaria concesión de iluminación tlahuica, pero por una u otra razón no se le ha hecho el gran negocio, sin embargo…
La iluminación de la vía pública nunca se ha podido lograr en manos de la administración pública, teniendo como resultado el agravamiento del escenario en que se cometen mil y un delitos en la penumbra como aliada.
DE LA distribución de agua potable, ni hablar; tan sólo en Cuernavaca la red hidráulica va para el medio siglo de existencia, con achaques al por mayor y sin visos de mantenimiento profundo, menos renovación.
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