ENCARNIZADA LA guerra entre grupo delictivos, especialmente luego de aquel diciembre de 2009, cuando Arturo Beltrán Leyva fue abatido en Cuernavaca, no resulta inexplicable lo que ha venido sucediendo.

 

Mucho se ha escrito y dicho aquí y allá sobre el rompimiento que pudo haberse dado del equilibrio en las operaciones de los carteles, por un lado, y en las de las fuerzas públicas federales, estatales y municipales.

 

Sí, mucho de lo que hoy sucede en México en general, y en Morelos en particular, tiene explicación en el pasado remoto, pero también es el resultado de lo que las autoridades de hoy ha hecho y dejado de hacer.

 

LOS HECHOS registrados ayer en el Centro de Readaptación Social varonil del poblado de Atlacholoaya, en territorio de Xochitepec, tienen todos los visos de la enésima escaramuza entre los grupos delictivos.

 

Que si la autoridad perdió o no el control de aquel penal puede hasta ser una trampa que desvíe el diagnóstico y el potencial establecimiento de acciones realmente efectivas, que acoten los alcances de los criminales.

 

La búsqueda y señalamiento de responsables con intereses políticos subyacentes, tampoco abona al encuentro de lo que debe hacerse para inhibir los efectos nocivos de los varios grupos criminales en Morelos.

 

EL SOLO involucramiento de Raymundo “N” en los violentos hechos en Atlacholoaya, la mañana del miércoles, supone la disputa aún dentro del penal entre dos de los grupos delictivos más poderosos de la región.

 

¿Qué tan previsible y evitable pudo ser un hecho como el de ayer en ese penal? Sí, tal vez una rigurosa clasificación de los convictos de acuerdo a su ascendencia criminal, pero ¿a tal grado el trato al criminal?

 

Sí, quizá a ese nivel el manejo de los llamados centro de readaptación social, pero en cualquiera de los casos el primer responsable de conductas antisociales es el criminal, no la autoridad y sus procedimientos.

 

EN SÍNTESIS, la inveterada costumbre social de escupir a toda autoridad formal sirve para desahogar resentimientos, pero de poco abona cuando se deja de lado que hay un enemigo común a autoridad y sociedad…

 

opinion@diariodemorelos.com

Twitter: @ezapata1

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