FALTA MUCHO, unos 22 meses, para las próximas elecciones de ediles y legisladores de Morelos, pero a juzgar por los algunos escarceos que empiezan a mostrar algunos partidos políticos, la cosa no está lejos.
Tras la elección de Alejandro “Alito” Moreno como líder nacional del PRI, ya empezaron a sacar la carita algunos tricolores tlahuicas que empiezan a formarse con el grupo institucional y a batir las aguas.
En el PRD, que también se fue a la lona en el 2018, hay nuevo ánimo de reaparecer y no necesariamente como Futuro 21, porque esa marca no está definida como sustituta y porque acá hay que empezar de cero.
POR CIERTO, a dos tres defensores de la partidocracia en esta tierra tlahuica tal vez les comió la lengua el ratón, porque nadie dice esta boca es mía acerca del proyecto de recorte del financiamiento público.
En realidad, si el añejo sistema partidista quisiera reconciliarse con la muchas veces burlada sociedad, sería todo un detalle que le entraran en serio a eso de bajarle dos rayitas a lo que reciben de prerrogativas.
La propuesta de bajar 50 por ciento de su presupuesto para el 2020 sigue sobre la mesa a invitación del partido Morena, y los de enfrente ya le hallaron la negativa pues lo ven como perverso plan de asfixiarlos.
Y MIENTRAS los afanes de creación de nuevos partidos políticos se dan por aquí y por allá, curiosamente no se volvió a escuchar más el tema de las candidaturas ciudadanas, cuyos resultados fueron magros en el ‘18.
No es por hacer futurismo, pero así como los partidos de siempre y los que quieren disputar un pedazo del presupuesto ya mueven la patita rumbo al ’21, ya podrían estarse cimentando candidaturas ciudadanas.
Y esas candidaturas ciudadanas deberían construirse no sólo desde el ámbito de la sociedad apartidista, sino desde los mismos espacios del sector público para allanar su camino, pues el año pasado fue de mucho bache.
¿QUE EN qué gastan los partidos políticos tradicionales de Morelos los cerca de 70 millones de pesos que les asignaron para este año que no es electoral? Que responda el IMIPE, pues la transparencia no es lo suyo.
Por: E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1