Imagina esto: sales y encuentras tu coche con el espejo roto o un golpe visible. Junto al daño, hay una nota escrita a mano: alguien dice que fue un accidente, se disculpa y te deja su número para “hacerse responsable”.
Parece un gesto honesto… pero en realidad puede ser una estafa muy bien calculada.
¿Cómo funciona?
Este fraude, conocido como la estafa del buen samaritano, inicia con un daño real: los delincuentes rompen deliberadamente una parte de tu coche (generalmente algo visible, como el retrovisor) y dejan una nota para aparentar que fue un accidente.
Cuando te comunicas con el supuesto “responsable”, todo parece normal. Es amable, se disculpa y dice que quiere pagar sin involucrar al seguro. Pero pronto, empieza a pedirte datos personales como:
- Nombre completo
- Dirección
- Cuenta bancaria
- Información de tu seguro
- O incluso te envía enlaces a supuestas “aseguradoras”
En realidad, esos enlaces son falsos y sirven para robar tu información personal y financiera. Todo está diseñado para que confíes… y caigas.
¿Qué puedes hacer para protegerte?
Ante el aumento de casos, la Policía Cibernética recomienda:
- No compartas datos personales ni bancarios con desconocidos, aunque parezcan confiables
- No entres a enlaces enviados por extraños
- No compartas tu dirección o ubicación sin verificar la identidad del otro
- Contacta a tu aseguradora directamente, no a terceros
Aunque el daño sea real, la intención detrás puede no serlo. Si encuentras tu coche dañado, actúa con precaución. No todos los que dejan una nota quieren ayudarte… algunos solo quieren tus datos.