El ayuntamiento de Jesús María, en Perú busca multar a esta joven por el ruido que hace su gallo, Claudio.

Naomi se encuentra en una batalla legal para que no aparten de su lado al gallo que rescató un día al encontrárselo en un basurero en estado moribundo y lo llevó a casa para salvarlo.

Las autoridades la han visitado ya varias veces en su casa, primero, para validar si vive en un ambiente apto, y poco a poco le han mandado multas y requerimientos por el ruido que el animal hace durante el día.

Todos los papeles de “Claudio” se encuentran en orden, y Naomi incluso ya juntado todas las firmas de sus vecinos, para dar aprobación de que Claudio viva en el edificio, y ellos han asegurado que la presencia del animal no les molesta.

Fue entonces cuando Naomi se dio cuenta de que en realidad a la persona que le molesta que Claudio viva allí, es su tía.

Los trabajadores del distrito le han indicado que debe ir a las oficinas para que se pueda quedar con Claudio, pues de no hacerlo, lo llevarían a una granja.

Naomi pasó por momentos difíciles con depresión en los días que justamente se encontró con su gallo de 3 meses,

“Mi gallo llegó en un momento en que yo pasaba por cosas horribles. Mi gallo me hace feliz día a día; cuando canta, cuando vamos a pasear.”

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