Las campañas electorales están a todo lo que dan, en cualquier parte de la ciudad, por donde uno circule, se va a encontrar a un número determinado de candidatos con sus simpatizantes, que con banderas y porras los siguen a todos lados. Para mi gusto, es un craso error, cuando los lambiscones son muchos, lo único que hacen es alejar a los candidatos de la ciudadanía.

Que el número de acompañantes sea exagerado hace que se vea mucha gente y se pierde el sentido de realidad; hay quienes llevan orquesta show, quizá porque su candidato no tiene la personalidad o el discurso para llenar el espacio y convencer.

El escándalo está en cada esquina con las banderas con los colores de los partidos, a pesar de que sabemos que hay errores entre los propios dirigentes, como el del presentador de la mesa de Morena, donde presenta a su líder como si fuera líder del PRI; error fatal que lo remonta a su verdadera esencia.

Así las cosas, mientras cientos de gentes en las calles llevan la fiesta, la inseguridad crece y el pasado fin de semana a las 18:00 horas se reportó a la Policía Morelos sobre un presunto asalto en la tienda de la cadena “Oxxo” ubicada en la avenida Álvaro Obregón y calle Degollado, en la capital de Morelos. Ahí asesinaron a dos pobres cristianos, uno que compraba y otro que trabajaba. Las dos personas perdieron la vida en un presunto intento de asalto ocurrido la tarde del sábado en esa tienda en pleno centro de Cuernavaca.

En el lugar de los hechos, las autoridades confirmaron el deceso de un hombre, Martín “N” de 50 años de edad, quien presuntamente se habría resistido a un asalto y fue agredido a balazos, así como de un empleado de la tienda que respondía al nombre de Juan Alberto “N”, de 21 años de edad.

La policía mantuvo resguardada la zona, en espera de la llegada del personal del Servicio Médico Forense (Semefo) para realizar el levantamiento de los cuerpos de ambas víctimas. Los dos agresores escaparon.

Para variar, la policía llegó tarde y los asaltantes escaparon; eso sí, mucha parafernalia pero nada de efectividad.

Pero la fiesta sigue y hay quienes ya tienen un teatro improvisado y llevan conjuntos de música y actores para que entretengan a los ciudadanos que caen en sus garras. La verdad, qué flojera que no tengan capacidad de convencer de otro modo.

Hay quienes, bajita la mano, están dando una muy buena “lana” y que, con motivo de la pandemia, han hecho que muchos que ni son líderes ni saben nada se acerquen a ver cuándo más pueden cobrar, pues diez mil pesos de gorra por decir que van a llevar a sus vecinos a votar, aunque ni quien les haga caso, es una buena treta para mejorar la economía de muchos que está en cero.

Los gastos de campaña en al menos cinco o seis candidaturas ya están rebasados y nadie dice nada, la autoridad está dormida.

Por otro lado, las grillas internas en las coaliciones de partidos están a todo lo que dan en donde supuestamente hay acuerdo; en todas hay grilla interna, desde la más grande, que es la de Morena con el PES, hasta la más pequeña. Los egos son muchos y ya se está dando a conocer a los candidatos a la alcaldía y poco a poco se va mostrando su preferencia y llevando cerca a los candidatos que quieren que ganen.

Hay pocos, pero sí existen, que sin la gran cantidad de recursos luchan diariamente, van recorriendo y tocando casa por casa para que los conozcan; y de la misma manera hay quienes tienen buen equipo y de casa en casa, en pequeñas reuniones, van aumentando a sus convencidos. Como siempre, hay de todo y tenemos que admirar la habilidad de algunos a los que vemos cómo van creciendo.

Como era de esperarse, ya empezaron a salir las encuestas “patito”, que con un nombre en inglés, supuestamente, ya saben hacer encuestas que sólo tienen la función de animar a sus colaboradores y ver cuántos babosos caen creyendo que de a de veras su candidato va ganando.

Hay que esperar las encuestas serias, las que tengan metodología clara, para tomarlas en cuenta.

En fin, el chiste es que, en medio de balazos, de muertos y asaltantes, las campañas siguen con una pandemia que crece, mientras los antros trabajan toda la noche y los candidatos hacen su mejor esfuerzo. Ahí viene el caballo negro, dicen unos, pero deben recordar que no es cosa de dinero, sino de inteligencia y conocimiento. Nada más hay que recordar al “príncipe” Gayosso, que sólo despilfarró el dinero de los morelenses en una campaña estéril. ¿No cree usted?

Por Teodoro Lavín León / lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp