La India enfrenta un caso de violencia doméstica que ha generado indignación internacional. Nikki, una mujer de 28 años de Greater Noida, fue golpeada, arrastrada y quemada viva por su esposo, Vipin Bhati, y sus padres, mientras su hijo de seis años presenciaba el crimen.
Según medios locales, Nikki se casó en 2016 y, como parte de la tradición de dote, su familia entregó joyas y dinero a su esposo. Sin embargo, la familia de Vipin exigía más recursos, que la familia de Nikki no podía proporcionar, lo que desencadenó abusos constantes y finalmente la tragedia.
El 21 de agosto, Nikki fue atacada en Sirsa. Su hermana, Kanchan, declaró que ambas fueron golpeadas y torturadas por los familiares de Vipin durante días. “Le echaron ácido, la golpearon en la cabeza y cuello. Nos pedían más dinero y cuando no se los dimos, comenzaron las atrocidades”, relató.
El testimonio más desgarrador vino del hijo de la víctima: “Le echaron algo encima, le dieron una bofetada y luego le prendieron fuego con un encendedor”, dijo el menor, según la agencia PTI. Videos que circulan muestran a Nikki intentando escapar, arrastrada por el cabello y visiblemente herida, antes de desplomarse.
Tras el ataque, fue trasladada a hospitales en Noida y Delhi, pero murió en el camino. Durante su arresto, Vipin Bhati recibió un disparo en la pierna al intentar huir, pero fue detenido. Según fuentes, justificó su crimen diciendo que “ella misma se buscó ese destino”.
Este brutal caso reabre el debate sobre la violencia de género y las prácticas de dote en la India, provocando indignación a nivel nacional e internacional.