He referido en las dos entregas anteriores, la riqueza de nuestra Cocina Morelense por el “adoptado” Pozole, los muy nuestros Tacos Acorazados y la muy morelense Cecina, con todos sus aditamentos de guarnición y en parte los lugares donde podemos disfrutar de este riquísimo platillo, hasta llegar al Restaurante-Palapa “La Escondida” de Xoxocotla, donde ocurrió el lamentable crimen que aquí narré, en nuestra entrega del día de ayer… Pero hoy, seguimos ahí, en “La Escondida”… A sabiendas de ese lugar y en razón de su obligada visita periódica por esos lares, como Representante del Sindicato de los Trabajadores de la Industria de Radio y Televisión en Morelos, el locutor Héctor Bautista Mendoza se convirtió en cliente asiduo de “La Escondida” con sus acompañantes, generalmente locutores y trabajadores de esa Industria en el Estado, en particular con los de la XEDO que en Xoxocotla ha tenido instalaciones y las antenas de transmisión desde su fundación... Héctor Bautista hizo un arreglo con el matrimonio de don Hipólito Gutiérrez y doña Mercedes Ramírez dueños de “La Escondida”, por la renta de dicho Restaurante, que por su acreditación era muy buen negocio, según confidencia de mi Amigo, el extinto Locutor Héctor Bautista... Vencido el arrendamiento, por alguna circunstancia el Restaurante “La Escondida” fue cerrado en su lugar de origen pero pronto reabierto ahí en Xoxocotla en la acera de enfrente, en una nueva, elegante y gran Palapa doble, donde se han efectuado cientos de eventos, entre comidas, fiestas, convivencias y reuniones sociales, deportivas, políticas, culturales y religiosas de todo tipo... La atención de don Hipólito Gutiérrez Medina (don Poli) y su Esposa, aún con la invidencia de ella, siempre fue cumplida con toda amabilidad, cordialidad y la preservación de su excelente Cecina, adecuadamente cocida y bien servida con todos sus condimentos, como lo son su crema y queso de rancho; salsa martajada, frijoles, ahuacate, jitomate, tortillas de comal y en caso de ser solicitados, una carne enchilada y un buen pedazo de longaniza bien frito, con una sabrosa cerveza o copa bien servida; todo para que disfrute la clientela en un ambiente de compañerismo, amistad y sobre todo, familiar... Don Hipólito ha partido y como testigo de su presencia durante tantos años, a la entrada de su Palapa guardó y fue resguardado durante mucho tiempo su bien cuidado coche Crown Victoria modelo 80, mismo que en el año 2018 le regaló a su hija Gloria Gutiérrez... Ahí dejó su huella y estilo como buen empresario del servicio restaurantero, con el gusto por la buena presentación del Platillo Morelense por excelencia que lo es nuestra Cecina, para ser disfrutado por sus miles de comensales... En la actualidad, doña Mercedes Ramírez quien “ahora ve con los ojos del alma”, acompañada por su hermano José Guadalupe Ramírez García y otros familiares, a diario están presentes para recibir y atender a su clientela, que afortunadamente en forma periódica por ahí llegamos para disfrutar nuestro tradicional y riquísimo platillo de Cecina... ¡Bien por doña Mercedes, su Hijo y su familia… ¡Gracias por atendernos..! ¡Y buen provecho para todos, bien sea con sus sabrosos acorazados, su riquísimo Pozole o su exquisita Cecina! ¡Hasta mañana que será un día más..!
Por Pablo Rubén Villalobos / pablorubenvillalobosh@hotmail.com
