El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), ha señalado que Estados Unidos tenía la responsabilidad de frenar el avance del gusano barrenador antes de su ingreso al territorio mexicano. Esta declaración surge en el contexto de la suspensión temporal de las exportaciones de ganado mexicano por parte de EE.UU., medida que podría generar pérdidas diarias de hasta 11.4 millones de dólares para el sector ganadero nacional.
Durante una conferencia de prensa, el titular de la Sader, Julio Berdegué, afirmó que México ha implementado todas las acciones posibles para combatir la plaga, incluyendo inspecciones en aeropuertos y aduanas, capacitación a veterinarios y la dispersión de mil millones de moscas estériles para controlar la población del insecto. Además, desde mayo de 2024, se activaron medidas preventivas ante la amenaza del gusano barrenador.
Berdegué también destacó que, desde 2023, cuando el gusano barrenador avanzaba desde Panamá hacia el norte, era responsabilidad de Estados Unidos contener su propagación. México ha solicitado en múltiples ocasiones la apertura de una planta productora de moscas estériles en Chiapas, sin obtener respuesta por parte de las autoridades estadounidenses.
El brote del gusano barrenador representa una amenaza significativa para la salud animal y la economía ganadera de México, que había logrado erradicar esta plaga en 1991. La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como "injusta" la decisión del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) de suspender las importaciones de ganado mexicano y reiteró el compromiso de su gobierno para contener el brote y proteger la salud del ganado nacional.
Se espera que, tras las inspecciones y revisiones acordadas con las autoridades estadounidenses, las exportaciones de ganado mexicano puedan reanudarse en un plazo de 15 días, evitando mayores afectaciones al sector ganadero del país.