El 19 de septiembre de 2017 marcó un nuevo capítulo de dolor en la historia de México. Un devastador sismo golpeó a la capital y a varios estados del país, dejando cientos de muertos, miles de heridos y comunidades enteras sumidas en el caos. Sin embargo, en medio de la tragedia, surgieron héroes inesperados que se ganaron el corazón de todo un país: los perros rescatistas.
Frida, el símbolo de esperanza
Entre todos, Frida, una labradora de la Unidad Canina de la Secretaría de Marina (SEMAR), se convirtió en un ícono internacional de valentía y solidaridad. Su imagen con gafas protectoras y botitas recorrió el mundo, recordándonos que la esperanza puede aparecer incluso en los momentos más oscuros.
Gracias a su entrenamiento y destreza, Frida localizó a decenas de personas atrapadas entre los escombros, salvando vidas y dejando un legado imborrable. Falleció en 2022, pero su recuerdo sigue vivo en la memoria colectiva.
Proteo, el héroe más allá de México
Otro de los caninos más recordados es Proteo, un pastor alemán cuya entrega lo llevó a participar no solo en las labores de rescate del 19S, sino también en misiones internacionales, como en Turquía tras el terremoto de 2023. Su muerte durante esa misión conmovió tanto a México como al pueblo turco, que lo honró como un héroe.
Athos y Tango, apoyo físico y emocional
Los perros Athos y Tango, también de la Marina, no solo ayudaron en la búsqueda y rescate, sino que jugaron un papel clave en la atención emocional de las víctimas. Muchos de los damnificados sufrían crisis de ansiedad y estrés postraumático, y la presencia de estos binomios caninos fue fundamental para brindar consuelo y calma en medio del caos.
Chichí, el héroe silencioso
Aunque menos mediático, Chichí también dejó huella en quienes lo vieron trabajar. Su dedicación en las zonas de desastre demostró la nobleza y lealtad de los perros rescatistas, que dieron todo por salvar vidas humanas.
Un legado imborrable
El 19 de septiembre de 2017 no solo será recordado por la tragedia, sino también por el espíritu de solidaridad que surgió en las calles. En ese contexto, los perros rescatistas se convirtieron en símbolos de entrega y esperanza, recordándonos que el heroísmo no siempre se mide en palabras, sino en acciones.
Hoy, en 2025, durante las conmemoraciones del 19 de septiembre, México no solo recuerda a las víctimas de los sismos de 1985 y 2017, sino que también honra a aquellos héroes de cuatro patas —Frida, Proteo, Athos, Tango y Chichí— que con su valentía marcaron para siempre la memoria colectiva.
Su legado sigue vivo, inspirando a nuevas generaciones de rescatistas y recordándonos que, incluso en la adversidad, la esperanza siempre encuentra un camino.