Hace dos semanas me enteré a través de los medios informativos, que el alcalde de Yautepec acababa de inaugurar una carretera que por fin comunicaba a los poblados de los altos de Yautepec (situados en la serranía de Montenegro) con la cabecera de este municipio. Esta mención la traigo a colación porque en mi artículo anterior me referí al antiguo camino real de Cuernavaca a Yautepec que pasaba por el cerro de Las Tetillas. El citado alcalde aprovechó un tramo de 7 y medio kilómetros del mencionado camino real que aún existía intacto y empedrado para construir la flamante carretera que ahora sí facilitará a los pobladores de los altos de Yautepec, trasladarse a la ciudad yautepequense sin pasar por el Cañón de Lobos. Con esto desaparece en su totalidad los vestigios del antiguo camino real que en las tres últimas décadas del siglo XIX y las tres primeras décadas del siglo XX comunicaban a Cuernavaca con Yautepec.
El 11 de diciembre de 1897, el presidente de la nación Porfirio Díaz arribó con su comitiva a la capital morelense para inaugurar el ferrocarril México-Cuernavaca. El gobernador Manuel Alarcón le dio una espectacular bienvenida embelleciendo la imagen de Cuernavaca. La construcción de la vía del ferrocarril tardo 5 años y tenía una longitud de 120 kilómetros. Partía de la estación de Buena Vista en la ciudad de México y llegaba en tres horas a la estación de Gualupita en las afueras de Cuernavaca. Para construir esta estación el gobierno tuvo que expropiar por utilidad pública 20 hectáreas. Porfirio Díaz viajó en el tren presidencial y permaneció dos noches y tres días en Cuernavaca. En el Jardín Borda le sirvieron un banquete, al que asistieron hacendados y políticos. Aquí don Porfirio pronunció un discurso, expresando entre otros temas: “Por fin Cuernavaca dejara de estar aislada del resto del país, pues con este ferrocarril compartirá el progreso con las demás entidades”.
Las paradas en territorio morelense estaban en Tres Marías, El Parque, Alarcón y la terminal de Cuernavaca; seguía la estación de El Mango en Jiutepec. Este ferrocarril funcionó como tren de pasajeros y de carga hasta 1997, año en que se canceló por un decreto del presidente Ernesto Zedillo.
El 11 de noviembre de 1927, el presidente de la nación don Plutarco Elías Calles, inauguró la carretera federal de la ciudad de México al puerto de Acapulco. Empezaron a construirla en 1925 revestida de asfalto en sus dos carriles y su construcción estuvo a cargo de de la Comisión Nacional de Caminos, cuyo director era el cuernavacense ingeniero León Salinas Arriaga. Parte de esta gran carretera de la ciudad de México a Cuernavaca tenía una longitud de 75 kilómetros y atravesaba la serranía del Ajusco. Para su construcción aprovecharon diversos tramos del antiguo camino de diligencias. Durante las primeras décadas de su existencia, esta carretera estaba considerada la como más hermosa del mundo porque atravesaba bosques de pino de encino, se disfrutaba de un clima tonificante, se pasaba por alturas de más de tres mil metros y se admiraban maravillosos paisajes tanto del Valle de México como del Valle de Cuernavaca. Durante las últimas décadas en sus costados carreteros se han construido infinidad de asentamientos inmobiliarios, que han perturbado los bosques. En el kilómetro 65, empieza el tramo carretero del municipio de Cuernavaca. Esta carretera es famosa porque el 4 de octubre de 1927, en el kilómetro 48 un comando del ejército mexicano hizo la matanza del candidato a la presidencia Francisco Serrano y su comitiva de 14 acompañantes.
En 1929 se inauguró la carretera Cuernavaca-Cuautla, conocida como la del Cañón de Lobos, porque pasa por una impresionante hondonada de la serranía de Montenegro. Debido a que hasta 1929, para dirigirse a Yautepec o Cuautla, todavía se usaba el camino de herradura de las Tetillas, se hizo un acuerdo entre el gobernador de Morelos, Ambrosio Puente y el ingeniero León Salinas Arriaga para construir esta carretera, como me lo platicó el arquitecto Miguel Salinas López. La construcción estuvo a cargo de la Comisión Nacional de Caminos y para abrir el trazo de esta carretera en el tramo del cañón, tuvieron que retajar o demoler gran parte de las laderas de los cerros, constituidos por pura piedra caliza. Sin embargo, al circular por este tramo carretero que atraviesa este cañón se admiran maravillosos paisajes de la serranía, pletórica de montes de selva baja caducifolia. Esta carretera se revistió de asfalto a lo largo de sus 46 kilómetros y siempre fue de dos carriles.
En 1936 el gobernador de Morelos Refugio Bustamante inauguró la carretera Cuernavaca-Tepoztlán, de 18 kilómetros de longitud. Esta carretera se le debe al presidente Lázaro Cárdenas, debido a que los tepoztecos que trabajaban o estudiaban en la ciudad de México y que formaban la colonia tepozteca en el DF, se lo solicitaron. En una visita que hizo el presidente Cárdenas a Tepoztlán, se comprometió a construir esta carretera. Para la mano de obra trabajaron pobladores de Tepoztlán, San Andrés, Santa Catarina, Ahuatepec, Ocotepec y Chamilpa. Esta carretera atraviesa por montes de la selva del Texcal y durante su construcción se vio perturbada la fauna del lugar.
El 18 de noviembre de 1952, el presidente Miguel Alemán y el gobernador Rodolfo López de Nava, inauguraron la autopista México-Cuernavaca de 80 kilómetros de longitud. Es una carretera integral con caseta de cobro, dos carriles dobles, camellón, acotamiento, servicio de ambulancia, etc. Atraviesa la serranía del Ajusco y es famoso su paradero de Tres Marías, donde los automovilistas se detienen para comer.
En 1962 se construyó el libramiento carretero nororiente de Cuernavaca para desfogar o aminorar el tráfico vehicular por el interior de Cuernavaca, ya que tanto la carretera federal como la autopista desembocaban en esta ciudad.
Del cronista
Juan José Landa Ávila
