Una regulación efectiva para la actividad de los influencers, especialmente en la protección de consumidores vulnerables como niños y adolescentes, fue una de las necesidades que destacó la academica de la UNAM, Carola García Calderón.

Como parte de la décima edición de la “Semana de la Publicidad: La Cumbre de las Ideas”, la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Carola García Calderón, subrayó la importancia de garantizar transparencia en los contenidos que promueven estos creadores digitales, quienes impactan directamente en los gustos y hábitos de consumo.

“Existe preocupación por resguardar a los consumidores y asegurar que los anuncios sean reconocibles como publicidad, evitando que se presenten como recomendaciones genuinas de figuras populares”, afirmó la académica, quien añadió que una regulación adecuada también promovería una competencia justa en el mercado digital, armonizando así el marco jurídico nacional con legislaciones de otros países, especialmente en plataformas como Instagram, YouTube y Facebook.

En el Seminario Interdisciplinario de Comunicación e Información, García Calderón recalcó que el actual reglamento de publicidad en México, derivado de la Ley General de Salud, no cubre las especificidades del entorno digital, evidenciando lagunas en el sistema legislativo.

Úrsula Albo Cos, también profesora de la FCPyS, señaló que es vital que marcas y medios promuevan representaciones genuinas de los cuerpos y reconozcan los esfuerzos de figuras como la gimnasta Alexa Moreno en la lucha contra los estereotipos.

Albo Cos destacó que tanto la obesidad como la delgadez extrema representan problemas de salud, además de su impacto estético. “Los relatos publicitarios suelen priorizar la forma del cuerpo sobre los hábitos saludables, alimentando prácticas de ‘nutriwashing’ o etiquetados engañosos que venden productos como saludables sin serlo”, agregó la académica.

En este sentido, Albo enfatizó en el impacto del body shaming y en el rol del movimiento body positive, que busca desafiar los estándares de belleza impuestos y fomentar la aceptación de todos los cuerpos. Las marcas, advirtió, han aprovechado este discurso para conectar con consumidores jóvenes que exigen diversidad y autenticidad en las representaciones corporales.

Miguel Ángel Rivera Herrera, también académico de la FCPyS, expuso que la publicidad actual alimenta la idea de que el éxito está ligado al consumo, particularmente en hábitos alimenticios. Rivera explicó que se invita a los consumidores a adquirir productos que, más allá de satisfacer necesidades nutricionales, proporcionen un sentido de estatus y pertenencia.

El académico exhortó a cuestionar si los hábitos alimenticios promovidos por la publicidad, así como en redes sociales, son realmente beneficiosos para la salud o si están orientados a cumplir estándares de éxito impuestos por la sociedad.

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