La soledad es un fenómeno que puede afectar significativamente la salud mental y física de las personas, equiparándose al impacto del consumo excesivo de alcohol o la obesidad. Expertos en psicología subrayan la importancia de comprender y manejar adecuadamente la soledad para evitar posibles consecuencias negativas en nuestra vida cotidiana.
María Montero y López Lena, docente e investigadora de la Facultad de Psicología, destaca la relevancia de abordar el tema de la soledad desde una perspectiva positiva. Aunque la soledad puede percibirse como un factor de riesgo para la depresión, también puede ser benéfica si se aprende a gestionar adecuadamente. Señala que la soledad puede ser un estresor psicológico, pero también está vinculada a procesos creativos y estados de éxtasis asociados con el autoconocimiento.
Según datos de la Secretaría de Salud de México y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la soledad se ha convertido en un problema creciente en la sociedad contemporánea, con consecuencias comparables a las del tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol o la inactividad física. La falta de conexión social puede aumentar el riesgo de muerte prematura y tener graves efectos en la salud mental y física, incluyendo ansiedad, depresión y enfermedades cardiovasculares.
María Montero y López Lena sugiere varias estrategias para manejar la soledad de manera efectiva. Entre ellas, destaca el monitoreo del sueño como un indicador de posibles problemas relacionados con la depresión. Además, enfatiza la importancia de fortalecer los vínculos sociales y buscar el apoyo de amigos y familiares para prevenir la sensación de soledad.
La experta también hace referencia a enseñanzas orientales, como el zen, para abordar la soledad de manera más positiva. Propone cinco pasos para gestionar la soledad de manera efectiva, incluyendo la aceptación, la integración y el amor hacia la experiencia vivida.
En resumen, aprender a manejar la soledad de manera positiva puede tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. Reconocer la soledad como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal nos permite transformar esta experiencia en una fuente de fortaleza y autodescubrimiento. Es fundamental buscar el apoyo adecuado y adoptar estrategias efectivas para gestionar la soledad de manera saludable y constructiva en nuestra vida diaria.