La Organización Mundial de la Salud (OMS) se encuentra en una situación financiera crítica luego de que Estados Unidos, su principal donante, decidiera retirarse del organismo. En respuesta, la OMS ha propuesto reducir su presupuesto para el periodo 2026-2027 en un 21%, pasando de 5,300 millones de dólares a 4,200 millones.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó esta situación como "la mayor disrupción en la financiación de la salud global en la memoria reciente" . La salida de Estados Unidos, que aportaba aproximadamente el 18% del financiamiento total de la organización, ha dejado un déficit de casi 600 millones de dólares para este año.
Además de la reducción presupuestaria, la OMS planea disminuir su fuerza laboral y el alcance de sus operaciones. Estas medidas incluyen recortes de personal en todos los niveles, especialmente en la sede de Ginebra, donde se concentra más de una cuarta parte de los 9,473 empleados de la organización.
La crisis financiera también ha afectado programas esenciales para combatir enfermedades como la malaria, el VIH/sida y la tuberculosis. De continuar las interrupciones, se estima que podría haber 15 millones de casos adicionales de malaria al año y 107,000 muertes, lo que revertiría 15 años de avances .
El director general de la OMS ha instado a Estados Unidos a reconsiderar su decisión y ha ofrecido dialogar con la organización sobre posibles reformas. "Agradeceríamos las sugerencias de Estados Unidos, y de todos los Estados miembros, sobre cómo podemos servirles mejor a ustedes y a los pueblos del mundo", dijo Tedros .
La comunidad internacional observa con preocupación cómo esta crisis podría afectar la salud global, especialmente en países en desarrollo que dependen en gran medida de los programas de la OMS.
