El título de esta colaboración para ustedes, amables lector@s de Diario de Morelos, obedece a lo que empezó como un comentario y luego se convirtió en una aseveración por parte de mi muy querido amigo Enrique Burak.
Sin duda se refería a que se está jugando el béisbol de Grandes Ligas, con su próxima Serie Mundial y que ayer arrancó el campeonato de la NFL.
Cuando tenga usted en sus manos el ejemplar impreso o navegue por las páginas de internet, el resultado será conocido y veremos como le fue al peligroso cuadro de los Detroit Lions enfrentando al campeón, los Kansas City Chiefs.
Los monarcas, de la mano de su mariscal de campo, el inmenso Patrick Mahomes, buscarán luego de 18 campañas en que nadie lo ha logrado, erigirse en bicampeones.
A diferencia del soccer, en el americano no hay fingimiento de faltas, pérdida deliberada de tiempo, provocaciones ficticias y protestas a los oficiales. Para decirlo rápido, hay lealtad, caballerosidad y respeto a las reglas y al adversario.
Por ejemplo, en un partido de futbol, sobre todo en nuestras latitudes, es de lo más normal que ingrese el cuerpo médico y saque en camilla al supuesto “lesionado” quién, llegando a la línea de banda, se cura por milagro y pide su reingreso.
Para los jugadores del deporte de las tacleadas, significa un deshonor salir en el “carrito de las desgracias” y si lo tiene que hacer, es porque está verdaderamente lastimado.
Otra diferencia interesante es que en México, se justifica la falta de puntería, ritmo, velocidad e intensidad en, por lo menos, cuatro o cinco jornadas del campeonato, con la peregrina explicación de que “están duros por la pretemporada”.
En la NFL usted mira verdaderos agarrones desde los juegos de práctica y no se diga cuando empiezan los de a de veras.
Pertenezco a una generación para la que se transmitieron los primeros juegos de futbol americano para México. Hablo del año de 1968 y todos teníamos que ver los partidos de los Vaqueros de Dallas, por lo que sus seguidores, en aquellos ayeres, se contaban por legión.
Al día de hoy, se contabilizan por millones los aficionados al juego del ovoide en México, llamando poderosamente la atención la cantidad de mujeres que se han sumado a este fenómeno.
Los tiempos cambian, para eso están, por lo que los aficionados ya no le van a Dallas en forma unánime. Pittsburgh, Nueva Inglaterra, Raiders, San Francisco y Green Bay se disputan el amor de la fanaticada y el gran público se va a identificar con las figuras de los cuadros ganadores.
Serán semanas emocionantes de las cuales saldrán los equipos al play-off y luego a ese espectáculo sin par que es el Súper Tazón.
Preparemos el ánimo, la botana, las chelas y todo lo que usted guste para disfrutar, como muy bien lo ha afirmado Burak, de…la mejor época del año.