Continuamos con la entrevista…

“ Don Manuel Suárez y Suárez —Como se lo cuento Noriega. En aquellos días, o te tronaban o te hacían teniente coronel de Estado Mayor. Yo tuve esa suerte. Durante un año seguí a Villa, participando en la toma de Zacatecas y en las acciones de Agua Prieta y Cuesta de Sayuela. Finalmente pude cancelar la aventura revolucionaria y regresar a la Ciudad de México, donde continué en el negocio de compra y venta de granos. Allí hice algunos ahorros, que me permitieron volver a España en 1918, para matricularme en la Escuela de Comercio de Gijón. De vuelta a México me retiro de la “Casa Peral Alverde” para abrir con mi hermano Joaquín un comercio de abarrotes rotulado “La Mexicana”. Poco después compré unos terrenos en Veracruz y en la periferia de la ciudad de México, que resultaron ser buenas inversiones. Y en 1922 adquiero “El Lazo Mercantil”, una tienda de abarrotes en la calle Uruguay.

(Después del golpe de estado en 1913 con el asesinado Madero, se desmoronó el sistema bancario mexicano, jefes militares, gobiernos estatales y grandes comerciantes se vieron obligados a elaborar su propia Moneda para continuar sus actividades, fue el caso de Don Manuel Suárez).

—¿Y es entonces cuando entra en contacto con el poder político?

—No lo diga así, de manera tan cruda, Noriega. Yo fundé la empresa Eureka (y Asbestos Monterrey), dedicada a la elaboración de cementas y uralitas, teniendo como socio al hijo del presidente de la República, Plutarco Elías Calles. Pero de quién fuera hijo mi socio no tiene mayor importancia. Yo necesitaba un socio capitalista, por así decirlo. No hay que ser mal pensado.

—Es que Calles y su invento, el PRI, huelen a mera corrupción, como dicen ustedes.

—No hay que ser tan extremado. Yo no reparo en minucias. Durante la guerra civil de España, yo era partidario de Franco y el Gobierno de México de la República, y ya ve: no por eso nos enfadamos. Porque yo, antes que cualquier otra cosa, soy español. Yo fui el primero y único que se atrevió a levantar una estatua a Hernán Cortés en México, cuando compré el Casino de la Selva, de Cuernavaca, que convertí en el mejor hotel de la República.

—No sé si el mejor, pero sí el más literario. En él desarrolló Malcolm Lowry su gran novela “Bajo el volcán”. ¿Qué recuerdo guarda de Lowry?

—Era un gringo borrachón... Ahora dicen que fue un escritor de talento. Pero ya tenía mucho talento para beber. De todos modos, el Casino de la Selva no fue mi único hotel. Por aquellas fechas también compré, y puse a funcionar, el hotel Mocambo de Veracruz.

—Así que empezó a dedicarse al ramo de la hostelería.

—No, porque seguía teniendo Eureka, ahora como propietario y presidente del consejo de administración, y entre 1936 y 1939 compré ingenios azucareros en Sonora, Oaxaca, Tepic, y el más importante de Sinaloa (que incluyó el tren de carga y pasajeros y sus vías, que conectaba con la ciudad). Todo esto en la época más virulenta de la reforma agraria y dentro del sector azucarero, que estaba enteramente politizado y en el que funcionaban las bandas de pistoleros con la mayor naturalidad. Había que tener muchas agallas para mantenerse en ese negocio, sobre todo bajo la presidencia radical del general Lázaro Cárdenas.

—¿Cómo fueron sus relaciones con el Gobierno de Cárdenas?

—Difíciles, pero pude resolverlas sin conflictos, aunque era el propio Gobierno el que patrocinaba el bandolerismo.

—¿No discreparon respecto a Franco?

—Si no consentí que hubiera verdadero enfrentamiento a causa de los ingenios azucareros, ¿íbamos a tenerlo a causa de Franco? Yo nunca le concedí una importancia capital a la política. Podía ser franquista por un lado, pero por otro protegí a un pintor tan comunista como Siqueiros. Y siempre fui antifascista.

—¿Por algún motivo especial?

—Sí, señor. Porque en 1936 viajé a Milán para comprar maquinaria para Eureka, y a la vuelta, los lacayos de Mussolini me robaron una cruz de perlas y brillantes que había comprado para mi hija.

—Después de la presidencia de Cárdenas, ¿mejoraron sus relaciones con el Gobierno?

—Sí, bastante. El presidente Ávila Camacho llegó a ofrecerme en tres ocasiones la cartera de Economía y las tres rehusé. Y con Miguel Alemán tuve tan buena relación que somos compadres, pues fue el padrino de uno de mis hijos.

—Y durante su presidencia, usted hizo muy buenos negocios...

—Hace negocios el que está atento. Camarón que se duerme, le lleva la corriente. Es cierto que compré once millones de m2 de terrenos baldíos alrededor de Acapulco, que entonces no pasaba de ser un pueblo de pescadores, y tuve la fortuna de que aquella inversión tan arriesgada saliera bien (en sociedad con Carlos Truyet se construyó en ellos el fraccionamiento y el Hotel Las Brisas). Acapulco pasó de tener treinta mil habitantes a dos millones y medio.

—Bien. Esta inversión fue un buen negocio. ¿Cómo se puede considerar el proyecto del Gran Hotel de México?

—Como un proyecto ambicioso. Yo quería un edificio que fuera, en el siglo XX, como un equivalente en grandeza a la Gran Pirámide de Tenochtitlán. Se trataba de edificar el edificio más alto de Hispanoamérica, y es un proyecto inseparable del Polyforum Cultural Siqueiros, construido dos años antes, y cuyos murales, ejecutados por el propio Siqueiros (en la Tallera de Cuernavaca), ocupan 8.422 m2. Las cosas, con el Gran Hotel, no salieron como debieran. Pero como dicen por acá, quien no se arriesga, no caza venado.

—Supongo que tendrá mucho más que contar...

—No lo dude.

—Pero carecemos literalmente de espacio. De manera que, si es posible, defínase con una sola frase.

—Sobre mí se han dicho muchas cosas, algunas malas y otras pésimas. Voy a decirle lo que soy. Soy un gánster. Los demás son rateros”

Nota: Hoy sábado desde Culiacán, a invitación del Maestro en Ciencias Gilberto López Alanís Director del Archivo Histórico de Sinaloa, participamos en el programa “De la Sierra al Mar”, lo pueden escuchar por W Radio 97.7 FM a las 14 horas tiempo del centro, y ver en; https://www.facebook.com/delasierraalmar/

P. D. Hasta el otro sábado

Por: Carlos Lavín Figueroa / carlos_lavin_mx@yahoo.com.mx

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp