El sábado 4 de mayo, en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca, se presentó el libro “Antología del Plan de Ayala, historia de una rebelión”, libro que revalora la autoría de ese documento y su contexto.
Durante su intervención, el Doctor en Historia Horacio Crespo galardonado con la Beca Guggenheim, con el Premio Salvador Azuela a la Investigación en Historia, director de los 9 volúmenes de la Historia de Morelos y otros importantes libros, expuso;
“El zapatismo abarcó la región centro-sur formada por los estados de Guerrero, Estado de México, Puebla, sur de la Ciudad de México, Tlaxcala y no solo a Morelos. Este libro de Carlos Lavín no nos ofrece una narrativa, sino el planteamiento de un problema, que obliga a la historiografía sobre el zapatismo a dialogar con su argumento. Esta obra de Carlos Lavín, revalora a Salustio Carrasco en la redacción del Plan de Ayala, y encuentra -a más de un siglo- que este personaje es el “eslabón perdido” entre el zapatismo y el magonismo”.
Por su parte, Irving Reynoso profesor investigador de la UAEM; Doctor en Estudios Latinoamericanos, especialista en Historia del Estado de Morelos, y autor de varios libros de historia, explicó:
“Con este libro, estamos frente a una tesis polémica y controvertida, capaz de levantar pasiones y celos regionalistas al sustentar que el Plan de Ayala, documento casi religioso para la tradición zapatista, haya sido concebido, originalmente en Iguala por el abogado guerrerense Salustio Carrasco Núñez que había estado exiliado en Morelos. Sin embargo, como afirma Carlos Lavín, su libro no es contradictorio con la idea de que fue Otilio Montaño quien transcribió el Plan adaptándolo a las circunstancias del momento. El libro de Carlos Lavín se trata de una obra que enfatiza, precisamente, que el Plan de Ayala expresó los anhelos agraristas de toda la región del Sur, no solamente del estado de Morelos. Con su obra, Carlos Lavín pone de manifiesto la importancia de recurrir a las historias locales y familiares, a la tradición oral y a la memoria colectiva recuperada por los cronistas, como fuente invaluable para la reflexión y reinterpretación de nuestro pasado”.
Por su parte, Priscila Pilatowski fue la moderadora y comentarista; es doctora y maestra en Historia por el Colegio de México, Maestra en Historia por el Instituto Mora, Licenciada en Estudios Latinoamericanos por la UNAM, ella comentó que: “Esta tesis supone ampliar la geografía del zapatismo a más estados de la República, y a los contactos entre Cuautla, Jojutla y Cuernavaca, con el norte del Estado de Guerrero. Carlos Lavín explora la autoría del Plan a través de las afinidades lingüísticas con la obra poética de Salustio Carrasco y su léxico, tiene además, afinidades con el programa del partido liberal, incluso con publicaciones magonistas.
También participó Claudio Aponte, Doctor en Ciencias Políticas y Sociales, y Diplomado por la Universidad de Sussex Inglaterra, nuestro consultor en el grupo “Por el Rescate de la Historia y la Crónica”.
Como autor del libro, recordé que, en 2011, en el centenario de la promulgación del documento; el Doctor en Filosofía Ambrosio Velazco Gómez, Director de Instituto de Investigaciones Filosóficas, y la Doctora Gloria Villegas Moreno, historiadora de la Revolución Mexicana y Directora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en una conferencia en Cuernavaca, concluyeron que “Por su espíritu de legalidad y justicia, donde se condensan tradiciones históricas y filosóficas, el Plan de Ayala es un documento con visión netamente jurídica en toda su extensión que solo pudo ser redactado por un abogado, conocedor de literatura y de temas de actualidad nacional y mundial”.
En agosto de 2012, en una larga conversación epistolar donde le planteo mi investigación a John Womack, autor del libro “Zapata y la Revolución Mexicana”, graduado en Harvard y posgraduado en Oxford, toda una autoridad en el zapatismo, me expresó:
“Eso me parece muy interesante, y pienso que lo nuevo, lo que no viene de otros libros, ya publicados, sino es el resultado de nuevas investigaciones, en este caso las suyas, debe ser publicado. Gracias a usted por hacerme saber estas noticias tan interesantes. Siempre hay que recordar que ninguna historia escrita por mano humana pueda quedarse sin necesidad de correcciones. Siempre hay algo nuevo que aprender. Además, me parece absolutamente razonable lo que usted propone”.
En su libro Womack dice “el Plan de Ayala no era un panfleto liberal más, reflejaba supuestos de materia de asuntos internacionales dirigiéndose al mundo civilizado de la Europa “eduardiana” y a los Estados Unidos”.
Este libro, aporta una perspectiva distinta de hechos, en torno a la redacción del Plan de Ayala, no es un análisis personal que pudiera considerarse tendencioso.
Lo que sí; es un compendio de investigaciones de campo, de tradiciones orales y de inexplorados archivos familiares, todo sustentado con documentos de la época, con publicaciones y noticias periodísticas de aquellos tiempos.
En los comentarios finales, surgió una voz que soltó; ¡yo tengo otros datos!, tratando de explicar que el documento fue redactado en Morelos, confundiendo con que aquí, solo se transcribió en varias copias y en fechas posteriores a su elaboración por Carrasco las noches del 26, 27 y 28 de septiembre de 1911, lo que está ampliamente documentado en 344 páginas, esto, contra las vagas y contradictorias versiones de que sería redactado por Montaño, y porque lo leyó en la proclama ante la tropa el 28 de noviembre. De ahí la confusión, y esa versión quedó en el ADN de los historiadores localistas, a quienes les es complicado retractarse de sus dichos.
Con autorización de Zapata, Montaño fue juzgado y sentenciado “Por traición al Plan de Ayala y a la causa revolucionaria”; ni en su defensa, ni en su testamento político -previo a su fusilamientoalegó ser el autor del Plan de Ayala, lo que le pudo ayudar a defenderse.
La presentación del libro fue todo un éxito, tanto por el nivel de los presentadores, como por la participación de la nutrida asistencia.
Por lo inédito de su contenido, es un libro para investigadores, y por las interesantes narraciones, ha gustado al público en general.
Mi agradecimiento al Ayuntamiento de Cuernavaca por la publicación del libro.
Gracias a Laya Lavín por el excelente diseño y portadas.
El libro ya se encuentra en la librería “La Bigotona” dentro de “La Casona” frente a Catedral y en “Plaza Moctezuma”, en esquina de Matamoros y Degollado.
¡Hasta la próxima!