Hace unos años y otra vez en 2021, publiqué en este mismo espacio el estado lamentable en que se encontraba la histórica Casa Palmira de Lázaro Cárdenas solicitando la atención del Gobierno del Estado para que fuera reparada. Realizamos reuniones con autoridades y sociedad civil, también grabamos y publicamos un video de la serie “A la vuelta de la esquina” donde se aprecia su ruinosa situación, incluso con techumbres derrumbadas, ahí narramos su historia, la de esa avenida y del rancho. Hoy la Casa o Finca Palmira ha sido restaurada y en los próximos días el gobierno Federal la entregará al Gobierno del Estado para Casa de Cultura, actividades deportivas, lúdicas, que fue la propuesta que entonces hicimos. En cuanto a otros edificios históricos, antes haríamos lo mismo para el rescate de la Estación del Tren que ahora es escuela de música, entre otros pendientes.

Hasta principios del siglo pasado, la hoy Avenida Palmira era solo una vereda en lo más alto la colina conocida como “Loma de Pérez”, localizada a lo largo y entre las barrancas de Amanalco y la de Santo Cristo; con la llegada de los primeros autos se abre una brecha de terracería y en los años treinta –al final de ese camino-. En 1931, Lázaro Cárdenas adquiere unos terrenos para su rancho al que bautizó como “Tinguindin”, y en 1933, dentro construye, su casa-granja a la que llamó “Palmira”. Es cuando sobre esa brecha se asfaltó una angosta carretera -que llegaba a la granja hoy Internado Palmira- con de canales de riego a ambos lados de la avenida, así estuvo hasta los años sesenta y es como la recuerdo por primera vez.

Palmira era un paraíso, con agua en abundancia que llegaba en esos canales, propicio para la siembra de caña de azúcar, arroz, plantaciones guayabos, naranjos, sidras, mandarinos, chicozapotes, mangos, limones y membrillos. 

Aún quedan los restos de la “Casa Palmira”, la residencia de descanso del General Lázaro Cárdenas, una vieja casona de gruesos muros de tabique, madera y teja, con altos espacios y rodeada por una hermosa terraza, grandes y verdes jardines y una espectacular alberca; esa casa –entonces en ruinas- fue testigo del nacimiento de políticas que cambiaron la Historia de México.

Ahí se tomó la decisión de expulsar del país a su antecesor, el ex presidente Plutarco Elías Calles; la radical decisión de cerrar los casinos en el país, incluido el Casino de la Selva también en Cuernavaca de su compadre Don Manuel Suárez.

La reja de entrada a ese rancho estaba en la primera glorieta de la Avenida Palmira donde se plantó una ceiba, hoy, junto al puente del Libramiento. 

Cárdenas trajo de su tierra Michoacán a 21 familias de campesinos, entre ellas la de don Dolores -Lolo- Magdaleno con su esposa y sus pequeños hijos, a Francisco Magdaleno Vega -quien a los 14 años fue secretario de Cárdenas en ese rancho. A estas familias, Cárdenas les donó terrenos de 3 hectáreas -30 mil metros cada uno- en todo lo largo de esa entonces carretera rural, terrenos que con el tiempo se fueron vendiendo a nacionales y extranjeros. En los años sesenta se pavimentó con concreto hidráulico y en las siguientes dos décadas fueron surgiendo decenas de fraccionamientos como Las Garzas terreno que era del coronel Chapa, Jardines de Palmira; Bosques de Palmira, El Palmar, El Vergel y una quincena de privadas donde quedan pocas casas de esa época. A mediados de los ochenta el concreto de esa avenida se recubrió con una capa asfáltica.

Desde los años cuarenta, en toda la antigua Loma de Pérez esos campesinos sembraban caña de azúcar con financiamiento de Don Rodrigo Lavín González, esto para poder abastecer un trapiche de su propiedad que estaba ubicado al final de esa hoy avenida frente al hoy internado, trapiche productor de piloncillo que luego don Rodrigo reubicó frente a la que fue casa del Sha de Irán y ahí estuvo hasta los años sesenta donde ahora está la Glorieta Lázaro Cárdenas -la de la fuente- finalmente, el trapiche lo cambió a Jonacatepec..

La Avenida tomó el nombre de esa casa donde el presidente Cárdenas tomó la decisión de expulsar del país a su antecesor el ex presidente Plutarco Elías Calles –que también tenía su casa aquí en Cuernavaca- dando fin al periodo conocido como el maximato. En el kiosco de esa casa se concibió, planeó y redactó el decreto de expropiación todos los recursos del subsuelo, en especial el petróleo que el presidente Calles había concesionado a extranjeros. Finalmente, la granja Casa Palmira la regaló Cárdenas para una escuela rural conocida como Internado Palmira hoy es escuela secundaria. 

En 1954, Raúl A. Basurto y su hijo Raúl J. Basurto, tenían ya el proyecto para desarrollar un fraccionamiento de lujo al que, aunque quedaba fuera del municipio, le llamaron Lomas de Cuernavaca después se construirían Junto al Rio, Burgos, Brisas, urbanizaciones que fueron parte de ese rancho.

En los años setenta se abrió un camino como acceso al fraccionamiento Lomas de Cuernavaca, esa calle, va del Internado Palmira a Las Guacamayas que sustituyó al acceso del Polvorín. 

Ver video del estado ruinoso de la casa en “A la vuelta de la esquina”

https://www.facebook.com/watch/?v=1722572557981550

Video Lomas de Cuernavaca,  https://youtu.be/dbHXdvu2h-E 

¡Hasta la próxima!

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