Causó polémica mi entrega del sábado anterior -incluso en diarios escritos- donde menciono las cuatro transformaciones políticas internacionales; de Marx, Engels, Lenin, y que la Cuarta y última de Trotsky, coincide con la “La Cuarta” de Obrador, aunque se le relacione con las tres revoluciones. En Latinoamérica, el continuador de esa Cuarta de Trotsky, es el argentino Nahuel Moreno, cofundador de partidos de izquierda, identificados como “Morenistas, en el ‘84 fundó el “Partido Revolucionario Democrático” y en el ’89 surge su análogo “Partido de la Revolución Democrática” con López Obrador entre otros, y este, funda Morena en 2011.
Habrá, a quienes eso no les diga nada, pero en política, lo que parece es, y la forma es fondo, y esa relación, para más claro, consta con la reivindicación del actual gobierno a la “Liga Comunista 23 de septiembre” a medio siglo de sus secuestros y atentados. Aunado a lo anterior, los partidos Morena y PT afiliados al “Foro de Sao Paulo” -de ideología marxista-leninista fundado por Fidel y Lula- firmaron acuerdos para “la transformación” de México a un país socialista, con metas, que Obrador va cumpliendo paso por paso; sus promesas, son contradictorias como “combatir a la corrupción” teniendo dentro a quienes tiene.
A quienes no están de acuerdo con esta forma de gobernar, los obradoristas los tachan de amlofóbicos, hay rechazo, sí, pero no por la persona en sí, sino; a la mentira, a la burla, a la ofensa, a la venganza, a la soberbia, a dividir y enfrentar al pueblo mexicano; a tomarle el pelo; a encubrir el propósito socialista, al repudio a las instituciones; al golpe a la democracia en Baja California abriendo camino a la ampliación del mandato presidencial; a declarar al aeropuerto de Santa Lucia “de seguridad nacional” contra 140 amparos y a pesar de dictámenes de asociaciones y organismos especialistas; a las votaciones fraudulentas en ambas cámaras, como para la Fiscalía y a la “Comisión de Derechos Humanos” de una activista de Morena -esposa y hermana de dos miembros de la entonces “Liga Comunista 23 de septiembre”; fobia; a las encuestas a modo; a tener cooptada a la Suprema Corte para no declarar inconstitucionales los caprichos presidenciales por insuficiencia de votos. Entre los acuerdos con el Foro de Sao Paulo, para implantar el socialismo, está tener bajo control a los poderes Legislativo y Judicial como ya sucede, y a todas las instituciones que deberían ser independientes, sigue el INE y el Tribunal Electoral. Como si todo eso no tuviera matices de dictadura, Obrador, arrastra al país a un socialismo notoriamente chavista en sus leyes. En aquella floreciente Venezuela, nadie creía que les estaban metiendo el socialismo desde Cuba, ya no por las armas como lo hizo Fidel y lo apoyó con armamento y tropas en cinco países africanos, y “el Che” lo intentó en Bolivia, sino ahora a través de partidos y gobiernos. Desde que el socialista Evo, está en México protegido por Obrador, dirige desde aquí disturbios y bloqueos para que haya desabasto de combustibles y comida en su país, ver video https://www.trendsmap.com/twitter/tweet/1197666769378430976 y después de su caída, se arreciaron las multitudinarias manifestaciones contra Maduro, “hasta que caiga”.
La entrega mencionada, se compartió en redes sociales, y los obradoristas, como es costumbre, se ofuscaron, soltaron insultos, puñaladas verbales y descalificaciones; esa “intolerancia inversa” no se justifica ante tanta evidencia; en cambio, la aprobación fue preferente, aquí trascribo, un comentario autorizado por el ciudadano Roberto Ojeda:
“Estoy de acuerdo en términos generales con la publicación -de Carlos Lavín.
Está claro que el plan de AMLO es llevar a nuestro país a un sistema decadente como lo es el socialismo.
Sin embargo no lo puede hacer en un solo paso, la estrategia es ir construyendo gradual y paulatinamente, como se ha hecho en otros países, ¿Imagínense si de un solo golpe quisiera convertir a México en un país socialista?
Obviamente no podría por el andamiaje legal y político que hay de contrapesos, que han hecho de nuestro país un país democrático aun con sus defectos.
Primero debe ir destruyendo o cooptando esos contrapesos y mecanismos legales e institucionales.
Si lo hiciera muy rápido muchas de las alianzas que lo hicieron llegar a la presidencia se romperían y quedaría solo con los más radicales y correría el riesgo de debilitarse antes de que pueda hacer las modificaciones, con el tiempo esas alianzas se irán rompiendo, pero para cuando esto suceda AMLO ya tendrá otras alianzas que podrá controlar desde el poder del gobierno.
Hay mucha gente que no tiene memoria histórica y no aprende de la historia, esa es una gran ventaja para AMLO y todavía algunos tienen algo de esperanza que llegue un “iluminado” a salvarlos.
El tiempo los irá desengañando en virtud de que la mejora nunca llegará, ya que AMLO no trabaja para solucionar los graves problemas de México, el solo está comprando tiempo, mientras modifica a México en un país socialista.
Los que nos hemos percatado de está sucia estrategia debemos denunciarlo y evidenciar este plan que hará que nuestro país retroceda cuarenta años”.
-El socialismo está plantado.
P. D. Hasta el otro sábado
Carlos Lavín Figueroa
