En días pasados se comunicó conmigo un descendiente por vía materna de Porfirio Díaz, que recién vive en Cuernavaca, me proporcionó una imagen de las acciones de la “Compañía Cervecera Porfirio Díaz S.A”. de Cuernavaca que todavía conserva su familia.

La industria cervecera mexicana se dio con el nacimiento de la industria moderna (1880- 1910) impulsada por Porfirio Díaz. Fue una época en donde comenzaron a establecerse empresas de gran tamaño que requerían de capitales cuantiosos, que por lo general utilizaron sociedad anónimas para organizarse legalmente. En este periodo se dio el nacimiento de fábricas que comenzaron a producir bienes de consumo, como cerveza, cigarros, jabón, y bienes intermedios como el acero, cemento y petróleo. Ya para 1877 se producía cerveza en diversos estados del país, pero también había cervezas extranjeras consideradas un lujo para las élites del país.

En la década de los ochenta del siglo XIX, la cerveza ya se producía y consumía en México. Era producida de manera artesanal y no se comercializaba a gran escala. Otras bebidas alcohólicas como el pulque y el mezcal eran mucho más importantes en las preferencias de los consumidores, sin embargo, la cerveza fue desplazando a estas bebidas locales. En 1911, la cerveza seguía siendo más cara que las bebidas más tradicionales; medio litro de cerveza costaba 30 veces más que la misma cantidad de pulque.

La cerveza mexicana se elaboraba hirviendo cebada, limón, tamarindo o trigo con azúcar y se servía como refresco . También se preparaba con cáscara de piña fermentada, clavo, pimienta, cilantro y azúcar. Igualmente se componía de sustancias melosas que se fermentaban con lúpulo. Las primeras grandes fábricas con tecnología importada se dio a lo largo de la década de 1890, su elaboración era en su gran mayoría era con recetas caseras.

La “Compañía Cervecera Porfirio Díaz de Cuernavaca” -además fábrica de hielo- fue fundada en 1899, por empresarios alemanes, cuando el gobernador Alarcón les vendió más de 10 mil metros del Parque Melchor Ocampo donde están los “Ojos de agua de Gualupita”, un nacimiento de agua de la más alta pureza con la que se fabricaba cerveza de excelente calidad. En ese año había 72 cerveceras en el país, la Porfirio Díaz de Cuernavaca era la séptima en producción con 500 mil litros al año; el primer lugar lo tenía la Compañía Cervecera de Chihuahua con 6.7 millones de litros anuales, le seguía Cervecera de Toluca con 2 millones; Cervecería de Sonora 1.5 millones; La Moctezuma de Orizaba con 1.4 millones; La  Cuauhtémoc de Nuevo León con 1,25 millones y La Perla de Guadalajara con 935 mil litros.

La de San Pedro, también en Cuernavaca, apenas alcanzaba los 59 mil 712 litros anuales. En Yautepec había ocho pequeñas cervecerías artesanales que producían entre 10 mil y 15 mil litros anuales cada una.

El porfiriato es una de las épocas más debatidas en la historia de México, porque se guió por los principios de su lema “Orden y Progreso”; “poca política y mucha administración”. Esto generó inversiones millonarias en el país, pero tuvo un costo social tan elevado que al final desencadenó la Revolución Mexicana.

Al término del porfiriato, una vez abandonada la cervecería, su edificio principal fue usado por tres décadas en distintas actividades. La Compañía Cervecera Porfirio Díaz funcionó hasta finales de 1932 con una pausa por la Revolución entre 1911 a 1923 cuando fue albergue de tropas zapatistas durante sus estancias en la ciudad, después fue usada para resguardo de ganado mayor, menor y de corral. A principios de la década de los 40` El nuevo dueño don Pablo Diez usó las instalaciones, ya no como fábrica sino solo como almacén y agencia de la cervecería hasta 1972. Cuando la vendió fue usada para un negocio de materiales de construcción, hasta que fue comprada y demolida para estación camionera ubicada frente a “La Estación” en Avenida Plan de Ayala.

Ahí, en ese barrio de Gualupita, por sus manantiales, se había asentado la cultura Olmeca, la más antigua de Cuernavaca, habitada en diferentes épocas o etapas, entre mil y dos mil años antes que los tlahuicas, se extendía por lo que fue el Casino de la Selva, hasta la estación del ferrocarril, era tanto, o más extensa que la Cuauhnáhuac prehispánica.

Desde el régimen de Díaz, la industria cervecera mexicana alcanzó niveles industriales, y fue lo que llevó a la quiebra a las grandes haciendas pulqueras.

Antes del porfiriato, popularmente se preferían el mezcal y el pulque, la cerveza no tenía una gran relevancia, hasta la llegada de Díaz al poder las compañías cerveceras se las ingeniaron para acabar con la producción de las haciendas pulqueras, y de mezcal para sustituir esos productos prehispánicos por la cerveza europea.

Esta fábrica de cerveza –después solo bodega- estuvo donde ahora se encuentra la terminal de autobuses de La Selva.

Actualmente resurgen cervecerías artesanales en Morelos.

¡Hasta la próxima!

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