Al ser puntos demandados por el flujo vehicular, la caseta Ingeniero Francisco Velasco Durán, ubicada sobre la Autopista México-Acapulco en el poblado de Ahuehuetzingo, y su similar en Alpuyeca son victimas de constantes manifestaciones.
Presuntos estudiantes inconformes, familias damnificadas, organizaciones campesinas y grupos de docentes que argumentan haber sido traicionados por las autoridades han participado en la liberación de los carriles a manera de presión, para que sus demandas sean escuchadas, aunque en realidad tiene un motivo económico.
Personal que labora en estos puntos explicó de manera anónima, que en la mayoría de las manifestaciones hay infiltrados, que tienen como modus operandi “pedir la coopera” para financiar sus protestas.
“En algunas ocasiones las manifestaciones son vandalizadas, hay mucha gente, en su mayoría jóvenes que se infiltran y piden $50 pesos a los automovilistas para poder pasar y viven de eso”, expresó.
Si tomamos en cuenta que al menos 6 automovilistas cruzan por minuto en cada carril, en una hora estaríamos hablando de 18 mil pesos, multiplicado por los cuatro carriles que normalmente están activos estaríamos hablando de $72,000 pesos recabados en una hora.
Aprovechando que no existe ley alguna que reprenda este tipo de actos, la toma de casestas es el pan nuestro de cada día.
“Independiente de las pérdidas que genera para la CAPUFE, este tipo de actos, la recomendación para la ciudadanía es a que no acepte “cooperar” ya que como autoridades en estos sitios nos hemos dado cuenta que el boteo es un negocio” añadieron.
Aunado a lo anterior, los automovilistas al no contar con su ticket recorren la autopista sin el seguro por parte de CAPUFE