Recientemente, Elon Musk, en su rol al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) bajo la administración del presidente Donald Trump, envió un correo electrónico a todos los empleados federales solicitando que detallaran cinco logros específicos de la semana anterior. El mensaje indicaba que la falta de respuesta antes de las 23:59 horas EST del lunes sería considerada como una renuncia. Esta directiva generó una reacción inmediata y diversa entre las agencias gubernamentales y los empleados federales.

Esta situación se produce en medio de una serie de despidos masivos en el gobierno federal. Miles de empleados han sido despedidos o se les ha ofrecido "renuncias diferidas" en las primeras semanas del segundo mandato de Trump. Los recortes han afectado a diversas agencias, incluyendo los departamentos de Asuntos de Veteranos, Defensa, Salud y Servicios Humanos, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) y el Servicio de Parques Nacionales. La rapidez y magnitud de estos despidos han generado confusión y preocupación entre los empleados restantes.

Varias agencias federales, incluyendo el FBI, el Departamento de Estado y el Pentágono, instruyeron a sus empleados a no cumplir con la solicitud de Musk. El director del FBI, Kash Patel, comunicó que la oficina manejaría sus propios procesos de revisión y que los empleados debían abstenerse de responder al correo de Musk. De manera similar, el Departamento de Estado informó a sus empleados que no estaban obligados a reportar sus actividades fuera de su cadena de mando. Estas acciones reflejan una resistencia interna significativa y una posible lucha de poder dentro de la administración.

La directiva de Musk fue criticada por legisladores de ambos partidos. El senador republicano John Curtis de Utah expresó su preocupación por la falta de compasión en la medida, destacando el impacto real en las vidas de los empleados federales. Por su parte, sindicatos como la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales (AFGE) cuestionaron la autoridad legal de Musk para despedir a empleados por no cumplir con la solicitud y amenazaron con emprender acciones legales.

Elon Musk defendió su solicitud describiéndola como una "prueba de pulso muy básica" para evaluar la productividad de los empleados federales. Afirmó que un número significativo de empleados gubernamentales no revisan sus correos electrónicos y sugirió la existencia de fraude en el sistema, aunque no proporcionó evidencia concreta al respecto. Mientras tanto, el presidente Trump elogió públicamente los esfuerzos de Musk para reducir el tamaño del gobierno y lo instó a ser aún más agresivo en sus medidas.

Veremos como evolucionará esta demanda y las medidas que el actual gobierno de Estados Unidos, tome con respecto al recorte de personal y recortes en distintas agencias gubernamentales. 

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