Desde el 30 de octubre, en Francia rige un nuevo confinamiento a nivel nacional para intentar controlar la pandemia de COVID-19.
Bares, restaurantes y todos los negocios no esenciales permanecen cerrados desde entonces. No obstante, a diferencia del confinamiento de dos meses impuesto entre marzo y mayo, las escuelas se encuentran abiertas con protocolos sanitarios reforzados.