Tomomi Kamata, reconocido cinefotógrafo japonés que dejó una huella imborrable en el cine mexicano, falleció tras más de cinco décadas de carrera en el país. La noticia fue confirmada por la Asociación Mexicana de Autores de Fotografía Cinematográfica, que expresó: "Siempre te recordaremos con todo el cariño y la admiración. Mucha luz en tu camino", a través de redes sociales.
Kamata llegó a México a principios de los años 70, trayendo consigo una sólida experiencia en la cinefotografía obtenida en su natal Japón, donde colaboró con el legendario realizador Masao Adachi, autor de clásicos como “Sain” y “Datai”. A lo largo de su carrera en México, fue responsable de la estética visual de importantes proyectos cinematográficos.
Entre sus trabajos más destacados se encuentra la fotografía de La ilegal (1984), un drama protagonizado por Lucía Méndez bajo la dirección de Arturo Ripstein, así como el documental Lecumberri, que retrata la vida dentro del famoso Palacio Negro, la prisión más conocida del país en esa época.
Kamata también participó en proyectos internacionales, como coproductor de Xian Ren Zhang, el remake asiático de El mariachi, dirigida por Robert Rodríguez. Además, colaboró en películas como Gertrudis Bocanegra (1992), una biopic sobre la insurgente mexicana, y diversos cortometrajes.
Su legado trasciende generaciones, pues su hija Hiromi Kamata ha seguido sus pasos en la industria audiovisual, dirigiendo exitosas series como Los enviados, Selena: la serie, Diablo guardián y Colosio: historia de un crimen.
Diversos colegas del medio cinematográfico han expresado su pesar por la partida de Kamata. La productora Tita Lombardo (Amores perros) y la vestuarista Mariestela Fernández (Narcos: México) le dedicaron emotivos mensajes. "Buen camino y mucha luz querido Tomomi K", escribió Fernández.
Kamata deja un legado de aportaciones visuales que enriquecerán el cine mexicano y que lo mantienen vivo en la memoria de quienes apreciaron su trabajo y creatividad.