Cuernavaca.- En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública Morelos organizó una serie de videoconferencias informativas para la identificación de las violencias de género directas e indirectas que viven a diario miles de mujeres en el estado, ya que estas violencias parecieran no afectar o no ser un riesgo para cada una de ellas.
“No podemos perder de vista ningún tipo de violencia porque muchas de las veces éstas están ligadas y éstas cada vez empeoran. Podemos llegar desde una violencia verbal, psicológica o hasta irnos a una de las más extremas que es la violencia feminicida”, informó Yareli Galván Fuentes, delegada de Mujer Nunca Permitas A.C.
Las más frecuentes
En su presentación, destacó que entre esas violencias está la de tipo sexual, que es cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y o la sexualidad de la víctima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física.
Una de las más comunes es la violencia psicológica, la cual se caracteriza porque si bien a nivel físico no se nota, la víctima se ve humillada, minusvalorada y atacada psicológicamente.
La violencia económica y patrimonial puede ser entendida como las acciones u omisiones que afectan la supervivencia de las víctimas; privándolas, ya sea de los recursos económicos necesarios para la manutención del hogar y la familia, o de bienes patrimoniales esenciales que satisfacen las necesidades básicas para vivir, como la alimentación, ropa, vivienda y el acceso a la salud.
Resaltó que la violencia vicaria tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos.
En cuanto a la violencia laboral, consiste en una serie de acciones en contra de otro individuo en el entorno laboral, las cuales pueden ser ejercidas tanto por una figura de autoridad como por uno o más compañeros de trabajo del mismo rango.
Por Ley
Estas violencias y otras pueden ser denunciadas y castigadas por la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Por: *Salvador Rosas