Toda la vida he sido obediente y he obedecido a los hombres. ¡Ya no puedo seguir así¡” dice en la película “Las Sufragistas” Carey Mulligan en el papel de Maud, dirigida por Sarah Gavron y Meryl Streep como Emmeline Pankhurst (impulsora del movimiento feminista sufragista en Inglaterra). Situada en 1912, la película muestra la larga y tortuosa lucha para obtener el voto logrado en 1928 en Inglaterra. En México pudieron votar las mujeres por vez primera hasta las elecciones de 1955.

¡Ya no puedo seguir así! Es un grito desgarrador, vigente aún después de más de cien años del acontecimiento. Es como si lo hubieran gritado apenas el pasado 8 de marzo en las calles de las ciudades mexicanas. Especialmente en la CDMX.

La pandemia dejará a la mujer en una situación mucho peor, asegura Linda Scott, profesora en la Universidad de Oxford: “En el primer mes de la pandemia, Naciones Unidas advirtió que las mujeres podrían perder los avances logrados en 50 años si los líderes mundiales no prestaban atención a sus circunstancias económicas concretas durante la crisis de la COVID” y efectivamente… No lo hizo casi nadie.

En pleno siglo XXI la mujer mexicana sigue sin tener el reconocimiento a su participación en la vida económica y social. Ganan en promedio 30% menos de lo que ganan los hombres realizando el mismo trabajo. Son víctimas constantes de la violencia de género.

En México y en el mundo, las actividades económicas más castigadas fueron la educación, el comercio, hoteles y restaurantes. En Morelos, que es Anfitrión del Mundo, han sido golpeadas gravemente estas actividades donde hay gran participación de empleo femenino.

El Consejo para Reactivar la Economía de Morelos, es una luz que puede haber al final del túnel pandémico, si logra crear una Política Pública que considere la participación de las mujeres.

Las crisis pueden desencadenar mecanismos que inciden en todos los ámbitos de la vida de la sociedad. Una política Pública con un enfoque orientado a las mujeres puede ser el detonador para recuperar el tiempo perdido.

El ocho de marzo debe ser un parteaguas para Morelos. El Consejo para Reactivar la Economía puesto en marcha recientemente, puede tomar el liderazgo. Las políticas públicas exitosas demandan dos cosas: un fuerte liderazgo y la participación de la sociedad. Eso se llama gobernanza. Permite plantear cara a los problemas que lastiman a la sociedad al margen de las ideologías.

Para lograrlo es necesario partir de un diagnóstico serio. INEGI, la UAEM, Inmujeres, Institutos y Centros de investigación radicados en Morelos tienen la información y la metodología para replantear el tema con visión de política pública. Las Cámaras empresariales y organizaciones no gubernamentales deberán participar activamente.

En su momento, Lauro Ortega desencadenó acciones dirigidas al bienestar de las mujeres y su familia: Viveros, granjas familiares, participación en obras de infraestructura, etc. Gran esfuerzo de avanzada que hay que tener presente y que demuestra que sí es posible.

Se trata de desencadenar las fuerza productivas que tienen las mujeres al tiempo de generar políticas que las dignifique. Que les dé y garantice la igualdad con los hombres en su remuneración en el trabajo. A trabajo igual salario igual.

La violencia que lastima a las mujeres y niñas está en la casa y en el empleo predominantemente. El enemigo está en casa. Buscar mecanismos que las protejan ; dignificar su empleo; diversificar las oportunidades de trabajo o autoempleo de calidad. No hay que olvidar que la mitad de la población en Morelos es pobre. Sólo el 6% de las mujeres que tienen empleo obtienen ingresos superiores a los $ 14 000 al mes . O sea, las que tienen los mejores ingresos ganan poco más de 500 dólares mensuales. 16 dólares diarios. Duele.

¿Qué hacer? María Victoria Ojeda en El País, nos da unas pistas: “…debemos enfatizar la importancia de que las mujeres sean incluidas en los procesos de planificación y toma de decisiones. Esto es clave para la economía, la sociedad y las familias. Segundo, se deben impulsar políticas que ayuden a promover la equidad de género de forma sostenible... al momento de reactivar las economías deben tenerse en cuenta las barreras que enfrentan las mujeres en el mercado laboral. Una parte de esto es crear oportunidades para que las mujeres puedan participar satisfactoriamente y empezar negocios en sectores y profesiones tradicionalmente masculinas.” Nunca más debería escucharse otro grito de“ ¡ Ya no puedo seguir así !“

Por:  Ariel Homero López Rivera / opinion@diariodemorelos.com

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