El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), dio a conocer en días pasados el “Panorama de los programas y acciones sociales en las entidades federativas para dar respuesta a los efectos de la pandemia por el virus SARS.Cov-2 (COVID-19)”. En el se analizan más de 660 programas y acciones gubernamentales de las entidades federativas como respuesta que se está dando a las prioridades sociales que surgen de la pandemia.
Los criterios del estudio que se siguieron fueron los programas y acciones gubernamentales de las entidades federativas que estén alineados a los derechos sociales: educación, salud, alimentación, vivienda, medio ambiente, trabajo, seguridad social y no discriminación. Deben proporcionar un beneficio a la población y que den respuesta a los efectos económicos y sociales de la pandemia.
Este ejercicio está destinado a ofrecer recomendaciones a partir de saber: Dónde y en quien tendrá mayor repercusión la pandemia y quienes son las personas más afectadas por la contingencia. La información es valiosa, pues permite dirigir los esfuerzos que realizan los gobiernos estatales para aminorar y contener los efectos de la pandemia.
El ejercicio identificó a la población en pobreza; a los trabajadores; a los informales; niños, niñas y adolecentes, mujeres; los grupos excluidos y las micro, pequeñas y medianas empresas. Chiapas, Guerreo y Oaxaca son los que tiene los mayores índices de pobreza. Morelos se ubica entre los estados con una población de pobreza de la mitad de su población.
Morelos se ubicó entre las entidades con mayor número de programas y acciones que dan servicio directo a la población. Sólo debajo de Tamaulipas quien presenta 72 programas con 50 programas y acciones. Cosa que ha recibido atención de la prensa estatal y en el 2º informe del gobierno de Morelos.
Es información esencial para la construcción de una política pública emergente. Un análisis y evaluación detenido dará los elementos para profundizar y definir los objetivos para contener los efectos de la pandemia en este 2021 y los años subsecuentes. Los efectos que tendrá en la economía, la salud y en general en el bienestar deberán ser calculados para tomar acciones oportunas y de mediano y largo alcance.
El hecho, aunque importante, de haber realizado mas de 50 programas y acciones por parte de las autoridades de Morelos no será suficiente si no se pondera. En el mismo documento Conveal subraya que “…un mayor número de programas y acciones no necesariamente generará un mejor resultado; por el contrario, cuando existe coordinación, coherencia y complementariedad entre las intervenciones se puede hacer un uso más efectivo de los recursos para atender una situación problemática. La existencia de un mayor número de programas y acciones puede reflejar una mayor desagregación de un problema público y, por consecuente, una mayor dificultad para atenderlo de manera integral” (p. 11).
Es menester que la política pública incorpore tanto los hallazgos obtenidos en los últimos meses a nivel nacional e internacional. La experiencia en el manejo local en las acciones gubernamentales aplicadas así cómo una valoración de lo realizado contribuirá a la obtención de una ruta efectiva para transitar con éxito en los próximos años anti covid-19.
La Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-2, para la prevención de la COVID-19 en México, que es el documento rector del gobierno de México, publicado el 8 de diciembre pasado, nos da elementos para entrever la complejidad del problema para vacunar a la población. Destaca el problema de acceso a la vacuna a nivel mundial; la limitada producción mundial; las prioridades en el interior del país; la infraestructura nacional para el manejo y el programa operativo.
Morelos está en tiempo de diseñar un estrategia que contemple, mas allá del tema de salud, la manera de apoyar a las pequeñas y medianas empresas que tienen un efecto grande sobre la población al ser las principales fuentes de empleo. Es decir la economía, la salud, la educación y la tecnología en un esquema orientado por la definición de la prioridad que significa la supervivencia de la población, sobre todo la más desprotegida.
Es la oportunidad de salir del discurso grandilocuente, del conflicto político sin trascendencia, de la entrega de dádivas, de la foto pueril y convocar a la sociedad civil, a los empresarios, intelectuales, líderes sociales a participar en un proyecto de gran envergadura para dotar a Morelos de un plan que nos de certeza en nuestra vida comunitaria.
Por: Ariel Homero López Rivera / opinion@diariodemorelos.com