Los estudiosos de la política mexicana se muestran preocupados por la inminente transformación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y eliminación de los organismos e instituciones autónomos. Los argumentos que ha ofrecido el gobierno, no han logrado ser convincentes. Observan la clara intención de enquistarse en el poder ante la ausencia de instituciones que lo limiten.
El Premio Nobel de Economía 2024 otorgado a Daron Acemoglu (Turco/Armenio) y James A. Robinson (Británico), y su consiguiente distribución y reconocimiento, llega en un momento crucial para nuestro país. No sólo porque muestran como ejemplo de sus teorías, a México y su diferente desarrollo histórico con los EUA. Nogales, del lado americano y Nogales del lado mexicano como ejemplo para explicar, cómo la historia y la creación de instituciones definen la prosperidad o no de los pueblos.
Los autores definen las instituciones inclusivas como aquellas que fomentan la participación de las masas en actividades económicas y políticas. Se destacan en contraste con las instituciones extractivas, diseñadas para extraer ingresos y riquezas de una parte de la sociedad en beneficio de otra.
En México, los esfuerzos por construir un gobierno inclusivo a través de reformas anticorrupción han sido constantes. Sin embargo, estos esfuerzos son frecuentemente socavados por intereses arraigados, perpetuando las prácticas corruptas.
Dicho de otra forma: Cuando una sociedad construye instituciones que impiden el enriquecimiento de unos cuantos, son países exitosos. Cuando los países son víctimas de grupos que se hacen del poder y se perpetúan, empobrecen a los pueblos.
“Por Qué Fracasan los Países” analiza a los países que han tenido éxito y también varios ejemplos de países que perdieron oportunidades. En el caso de México ven en el colonialismo, la dictadura y la revolución. Modelos que permitieron el usufructo de la riqueza nacional por grupos gobernantes que emergieron en cada etapa. El modelo se reprodujo una y otra vez.
Los ataques al INE, al INAI a la libertad de prensa y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación son una amenaza que revierte los avances que se habían logrado en la conformación de un sistema más democrático y equitativo.
Estas acciones reflejan los patrones identificados por Acemoglu y Robinson, donde las élites desmantelan los controles y contrapesos para consolidarse en el poder.
La supervivencia de la democracia y la estabilidad económica de México dependen de revertir la marea que significa el segundo piso de la 4T y promover una gobernanza que incluya a la sociedad civil, la academia, al sector empresarial y todos aquellos que están amenazados. Somos mayoría.
“Por Qué Fracasan los Países” proporciona una visión crucial para entender los desafíos institucionales actuales que enfrenta México. Al examinar el contexto histórico, los acontecimientos recientes y los impactos sociales, queda claro que la lucha por defender la instituciones que limiten y contrapongan al poder está lejos de terminar.
El momento de Morelos es por demás significativo. Por un lado la Federación impone su proyecto de nación, que es un movimiento dirigido a consolidar en el poder a un grupo político. Por otro lado, los tres poderes, han dado muestra de no interesarse en un estado de derecho democrático; y muestran conflictos internos tanto en el poder judicial como en el legislativo Federal y Estatal.
Para poder tomar la ruta hacia un mejor desarrollo, México y Morelos tendrán que fortalecer sus instituciones. No destruirlas ni simularlas.
Sabemos que la certeza jurídica no se obtendrá eligiendo a los jueces; sino que se requiere enfocar la atención a la eficiencia de la policía y las fiscalías.
Desaparecer al INAI y traslada sus funciones hacia la Secretaría de la Función Pública, se perderá lo ganado en transparencia y rendición de cuentas. Sin un INE independiente, se perderá el sistema democrático que tanto costó construir. Los galardonados con el Premio Nobel tienen razón: Los países sin instituciones sólidas que contengan al poder, fracasan.