Es increíble que en pleno siglo XXI el planeta esté sorprendido por la aparición del nuevo virus. Es una suerte de afrenta. Esperemos que aprendamos mucho de esta experiencia global. El problema se ha enfrentado de diversas maneras por los países, de acuerdo a su situación geográfica y económica. No salimos del asombro y buscamos respuestas que nos den un poco de certeza en nuestro futuro individual y colectivo. Por ahora hay desaliento.
Fluye mucha información contradictoria en medios y en las redes, pero en algo se está de acuerdo: no estábamos preparados. Ni nosotros, ni las naciones más poderosas. La respuesta a la pandemia se ha tenido que ir construyendo sobre la marcha. Con distintos resultados y estrategias.
Las Políticas Públicas se convierten en el instrumento idóneo para enfrentar las crisis. Cuando están bien estructuradas, logran coordinar los esfuerzos del gobierno en los distintos niveles y de la sociedad. Ejemplo de la participación social lo tenemos en la manera en que algunos países están enfrentado la pandemia, al sumarse voluntariamente a las restricciones necesarias.
El conflicto entre la economía y la salud ha mantenido en vilo a los países. Unos se han inclinado por cuidar la economía y otros han hecho énfasis en limitar el contagio. Aquellos países que cuentan con buenos sistemas de salud y recursos, están logrando mejores resultados en el manejo de la crisis. Los que tienen sistemas y políticas de salud no bien articuladas, están teniendo mayores dificultades. Y, no se trata de naciones ricas o pobres.
Estamos viendo a la nación más poderosa del mundo, paliar su crisis mediante una inyección inmensa de recursos en una tardía toma de decisiones. Al igual que Italia y España.
Corea del Sur, Japón y Alemania, han logrado contener la pandemia porque cuentan con Políticas Públicas bien estructuradas, pero, sobre todo observo que la sociedad participa con gran sensibilidad y responsabilidad.
Mintzberg y Jorgensen entienden las políticas emergentes, como aquellas que van surgiendo desde las “bases” sociales y logran “converger” con las Políticas Públicas establecidas por la autoridad.
Los expertos en Políticas Públicas señalan la importancia del liderazgo en su aplicación. No sorprende que Ángela Merkel posea ese tipo de liderazgo que se requiere para la ejecución oportuna de las estrategias públicas aún en tiempos difíciles.
Los autores mencionados, en su artículo “Una Estrategia Emergente para la Política Pública” en la revista Gestión y Política Pública, señalan la necesidad de que los líderes sean perspicaces. O sea, que deben de ir más allá de la información, de las estadísticas e informes, sino que se requiere: “… sabiduría… que se obtiene de vivir y experimentar de primera mano una situación compleja”. A la primera forma de actuar basada en la idea de tener todo planeado y bajo control, le denominan “mentalidad de invernadero”, donde todas las condiciones deben estar controladas. Son tecnócratas, no sabios con experiencia de vida.
Es acertado Julio Frenk al sostener que el sistema de salud del país se ha debilitado y acepta que no se tiene claro qué es lo que va a ocurrir con la pandemia en nuestro país, pero alerta a la necesidad de actuar con rapidez, y observa con inquietud la falta de liderazgo para manejar el tema. (Universal. 28/III/20).
En amplio artículo en El País el filósofo surcoreano Byung-Chul Han (https://elpais.com/ideas/2020-03-21) muestra cómo están logrando mejores resultados los asiáticos. La causa principal se la atribuye a su tradición cultural, que hace que la gente sea menos renuente y más obediente en oriente que en occidente.
En Asia no existe preocupación por el control de los datos personales. La vida cotidiana de la persona está permanentemente vigilada y es evaluada en su conducta social. La protección de datos es inexistente. Los sistemas telefónicos y el internet están interconectados. No hay esfera privada.
Esta vigilancia digital les ha permitido establecer una auténtica red de vigilancia de la salud. Las cámaras digitales instaladas en calles, bares, edificios, etc. les permite identificar a aquellos posibles ciudadanos contagiados, mediante sensores de temperatura corporal y a través de patrones conductuales, y de esa manera notificar mediante una alerta en sus smartphones a los vecinos que corren el riesgo de contagio. A los posibles contagiados los envían a aislarse, les proporcionan mascarillas, y los instruyen en los signos de alarma para buscar ayuda médica.
Corea del Sur, además, instituyó como política pública emergente las pruebas masivas a ciudadanos asintomáticos, para poder identificar tempranamente a los infectados y aislarlos oportunamente, a ellos y a sus contactos. Combinaron estrategias científicas-epidemiológicas con tecnología y obediencia social.
Las políticas públicas emergentes y la experiencia de otras naciones en el manejo de las crisis son los insumos esenciales para reorientar las políticas públicas en tiempos de crisis. Queda pendiente la pregunta local ¿Cuál es el papel que les toca jugar al gobierno estatal y a los municipales?

Por: Ariel Homero López Rivera / opinion@diariodemorelos.com

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp