En 2010, un movi­miento social irrumpe en España. El movi­miento es cono­cido como 15M, día en que en Madrid y en varias ciu­da­des espa­ño­las se movi­li­za­ron miles de espa­ño­les. Al prin­ci­pio no había cla­ri­dad en sus exi­gen­cias. Fue­ron defi­niendo las deman­das poco a poco. El movi­miento tomó por sor­presa al gobierno espa­ñol y a su clase polí­tica. Su reac­ción decantó lo que sería una serie de pro­pues­tas que rea­co­mo­da­ron el tablero polí­tico espa­ñol.

El movi­miento se enlazó con la con­vo­ca­to­ria de un pan­fleto hecho libro: ¡Indig­naos! Escrito por un fran­cés de 93 años: Stép­hane Hes­sel. Com­ba­tiente de la Resis­ten­cia Fran­cesa durante la 2ª Gue­rra Mun­dial, lo que veía era el pasmo de los jóve­nes euro­peos, en par­ti­cu­lar de los fran­ce­ses, ante las injus­ti­cias que come­ten los pode­res finan­cie­ros omni­pre­sen­tes.

Recuerda en el breve texto (se lle­ga­ron a impri­mir millón y medio de ejem­pla­res) que en la resis­ten­cia los jóve­nes die­ron una lucha sin cuar­tel con­tra Hit­ler y Sta­lin. Ahora, decía, se jue­gan la liber­tad y los valo­res más impor­tan­tes de la huma­ni­dad.

El movi­miento social espa­ñol toma la con­vo­ca­to­ria de Hes­sel ¡Indig­na­dos! Y lo con­vierte en ¡Demo­cra­cia Real YA! Luego se sin­te­ti­zará en el movi­miento 15M. Se ini­ciaba una larga movi­li­za­ción que dura­ría años, pero ren­di­ría fru­tos. En abril del 2015, ya no se mar­chó ante las ins­tan­cias del gobierno, sino que se crea­ron gra­ba­cio­nes con holo­gra­mas. Nue­vas for­mas de pro­tes­tas sur­gie­ron donde la gente podía ejer­cer sus dere­chos.

Miles de per­so­nas acam­pa­ron en Madrid y muchas otras ciu­da­des espa­ño­las. El mundo reac­cionó y final­mente los prin­ci­pa­les medios de comu­ni­ca­ción inter­na­cio­na­les publi­ca­ron noti­cias del movi­miento 15M. Der Spie­gel, perió­dico ale­mán, les llamó “la gene­ra­ción Face­book”.

España se movió y logró leyes con­tra los desahu­cios. Aun­que aún insu­fi­cien­tes, se avanzó. Se aprobó la Ley de Trans­pa­ren­cia; se generó la nece­si­dad de un ingreso mínimo vital; se apro­ba­ron polí­ti­cas muni­ci­pa­les de pre­su­pues­tos par­ti­ci­pa­ti­vos, audi­to­rías ciu­da­da­nas y admi­nis­tra­ción más cer­cana a los movi­mien­tos socia­les. En los ayun­ta­mien­tos se imple­men­ta­ron polí­ti­cas para una ges­tión más cer­cana a los ciu­da­da­nos. La demo­cra­cia sin duda avanzó.

Vale la pena des­ta­car que con las movi­li­za­cio­nes, de manera sor­pren­dente, se logró una coor­di­na­ción del movi­miento de masas y se cons­truyó una orga­ni­za­ción sui gene­ris. Asam­bleas popu­la­res, coor­di­na­cio­nes temá­ti­cas, movi­li­za­cio­nes que enlo­que­cie­ron a los gobier­nos que no acer­ta­ban a resol­ver ni enten­der la pro­fun­di­dad del movi­miento. El apoyo de otros movi­li­za­cio­nes socia­les en varias ciu­da­des del mundo fue­ron sig­ni­fi­ca­ti­vos. Europa se dio cuenta de que España estaba en un momento crí­tico que refle­jaba las inquie­tu­des de más socie­da­des. El gobierno espa­ñol res­pon­dió con una ley que repri­mi­ría y res­trin­gi­ría las liber­ta­des, pero el movi­miento logró al final­que el sis­tema polí­tico cam­biara y acep­tara la exis­ten­cia de más par­ti­dos.

Gran expe­rien­cia. Gran ense­ñanza. La tec­no­lo­gía de redes sirve para demo­cra­ti­zar a un país. La orga­ni­za­ción de masas mues­tra de lo que puede ser capaz una socie­dad fati­gada de las deci­sio­nes tor­pes de un gobierno.

El movi­miento del 15N de México mos­tró los temo­res del gobierno. Tam­bién mos­tró sus limi­ta­cio­nes e inse­gu­ri­da­des. Pero tam­bién sur­gió una pequeña flama de insur­gen­cia civil. Un camino que puede ser incierto, pero que vale la pena reco­rrer.

Es cierto que en Cuer­na­vaca no hubo nin­gún intento de movi­li­za­ción social. Pas­ma­dos quizá por becas, redes socia­les, sel­fies, indo­len­cia y la anda­nada publi­ci­ta­ria, las gene­ra­cio­nes zetas o grie­gas obnu­bi­la­das no son capa­ces de entre­ver un futuro que ya les per­te­nece, quie­ran o no: pocas opor­tu­ni­da­des de empleo, la infor­ma­li­dad como alter­na­tiva, la inse­gu­ri­dad ame­na­zante, edu­ca­ción pre­ca­ria, un sis­tema de salud insu­fi­ciente y medio­cre.

Las opi­nio­nes ver­ti­das en este espa­cio son exclu­siva res­pon­sa­bi­li­dad del autor y no repre­sen­tan, nece­sa­ria­mente, la polí­tica edi­to­rial de Grupo Dia­rio de More­los.

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