El Día de las Madres, que se celebra cada 10 de mayo en México, se vive en Morelos como una oportunidad para reflexionar sobre la diversidad de maternidades que existen en el estado. Desde jefas de familia y mujeres indígenas, hasta trabajadoras del hogar y cuidadoras, cada una enfrenta retos particulares que van más allá de la celebración simbólica.
En el zócalo de Cuernavaca, algunas madres compartieron que maternar hoy implica no sólo amor y entrega, sino también desafíos como la violencia doméstica, la falta de apoyo institucional y las cargas desiguales de cuidado. “A veces sientes que es una lucha sola, y no debería ser así”, comentó Patricia, madre de dos hijos y trabajadora independiente.
Clarisa Gómez Manrique, titular de la Secretaría de las Mujeres, reconoció que maternar no debe vivirse en soledad ni en desventaja. Señaló que es urgente promover una corresponsabilidad social donde las tareas de cuidado sean compartidas por familias, comunidades e instituciones. “El cuidado no puede seguir siendo sólo responsabilidad de las mujeres”, dijo.
Aunque las autoridades han destacado avances en políticas de igualdad, muchas madres coinciden en que aún queda un largo camino por recorrer para garantizar derechos plenos, entornos seguros y condiciones justas para criar. Mientras tanto, organizaciones comunitarias continúan impulsando redes de apoyo y acompañamiento para mujeres que maternan desde la resiliencia y la dignidad.
La jornada deja claro que, más allá de las flores y los regalos, el verdadero reconocimiento pasa por generar cambios estructurales que permitan a las madres ejercer sus derechos sin culpa y con respaldo social.

Redacción DDM /  local@diariodemorelos.com
 

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